El despido "anunciado" de Luke Walton como entrenador de Los Angeles Lakers era algo que todo el mundo daba por hecho y sólo su defensa por parte de la dueña del equipo, Jeanie Buss, lo mantuvo hasta el final de curso en un cargo para el que ahora suenan el extécnico de los Cleveland Cavaliers, Tyronn Lue, y el asistente de Filadelfia 76ers, Monty Williams.
El no haberse clasificado a los 'playoffs' y la dimisión sorpresa de Magic Johnson como presidente de operaciones, hizo que la figura de James volviese a tener protagonismo y con el gerente general Rob Pelinka como su aliado y hombre fuerte en la nueva etapa de los Lakers, Walton fue despedido a pesar que le quedaban todavía dos años de contrato, de los cinco que firmó.
Su presencia en el banquillo de los Lakers nunca gustó ni a Johnson ni a Pelinka porque había sido contratado por el anterior gerente general Mitch Kupchak y además era un hombre formado bajo la dirección de Steve Kerr y defensor a ultranza del modelo de organización de la que formó parte como entrenador asistente de los Warriors de Golden State, que hizo historia en la NBA.
Nada de eso ha tenido en los Lakers con Johnson y Pelinka, quienes construyeron una plantilla desequilibrada, donde todo giraba en torno a la llegada de James, que tenía carta blanca para hacer lo que desease dentro del equipo, algo que Walton no le permitió en ningún momento y de inmediato surgió el enfrentamiento.
Los dos máximos directivos de los Lakers -Johnson y Pelinka- reconocieron que los fichajes los hicieron después de haber sido consultado James y dar la luz verde.
Johnson también intentaba hacer valer sus ideas de como tenía que jugar el equipo y Walton tampoco se lo permitió, lo que generó que después del 0-6 inicial de la pasada temporada, ambos tuviesen una reunión en la que el entrenador ya recibió la amenaza del despido.
No llegó porque Buss dio todo el apoyo al joven entrenador y Johnson no quiso enfrentarla, además de que el equipo reaccionó y jugó mejor para ponerse cuarto en la Conferencia Oeste.
Luego llegaría la lesión de James en el Día de Navidad ante los Warriors y todo volvió a ser "conflictivo" en la relación entre Johnson y Pelinka frente a Walton, que se agravó a un más cuando los Lakers vivieron el gran "fiasco" del traspaso del pívot Anthony Davis, de los Pelicans de Nueva Orleans, que nunca se pudo cerrar.
Desde ese momento, la plantilla quedó completamente desintegrada, James ya no aglutinaba a nadie, Johnson no sabía como reaccionar y Pelinka guardaba silencio.
Al final la marca de 37-45, en una temporada que comenzó con grandes expectativas después de la llegada James, no fue suficiente a la hora de que Buss pudiese defender la continuidad de Walton, que en los tres años que estuvo al frente del equipo logró 98 triunfos y sufrió 148 derrotas.
Además, los Lakers sostuvieron discusiones superficiales con los representantes de Walton el miércoles, en las que discutieron si había una manera de avanzar, pero no hubo ninguno porque Pelinka ya tenía decidido con el apoyo de James y su agente, el polémico Rich Paul, el despido.
Cuando el pasado sábado, James y Paul se reunieron con Johnson y Pelinka, en lo que fue considerada una entrevista final de temporada, Walton no estuvo presente.
Luego llegó la dimisión sorpresiva de Johnson, que le evitó enfrentarse con su gran amiga Jeanie Buss sobre el despido de Walton y también pedir la marcha de Pelinka, otro de los protegidos de la dueño de los Lakers.
Sin Johnson y con todo el poder en su manos, Pelinka, que cuenta con el apoyo de James y Paul, fue el encargado de dar a conocer el despido "anunciado" de Walton, de 39 años.
"Nos gustaría agradecer a Luke (Walton) por su trabajo dedicado en los últimos tres años", declaró Pelinka en un comunicado del equipo. "Le deseamos a Luke y su familia la mejor suerte para seguir adelante".
Suerte que va a tener de inmediato porque los Kings de Sacramento, que están sin entrenador tras el despido de Dave Joerger, podría ser el próximo destino de Walton, de acuerdo a varias fuentes periodísticas.
El serbio Vlade Divac, actual vicepresidente de operaciones de baloncesto y gerente general de los Kings, que actualmente es el hombre fuerte dentro de la organización del equipo de Sacramento, siempre ha mostrado su admiración por la manera como trabajan los Warriors.
Por su parte, Walton también ofreció un comunicado en el que agradeció a la franquicia y a la dueña de los Lakers, Jeanie Buss, el apoyo recibido y la gran oportunidad de trabajar con ellos.
"Quiero agradecer a Jeanie Buss y la familia Buss por darme la oportunidad de entrenar a los Lakers", destacó Walton. "Esta franquicia y la ciudad siempre serán especiales para mí y mi familia".
Mientras los rumores sobre los posibles candidatos al puesto dejado vacante tras el despido de Walton ya tienen a dos nombres que han comenzado a sonar y se trata del exentrenador de los Cavaliers de Cleveland, Tyronn Lue, y el asistente de los Sixers de Filadelfia, Monty Williams.
Lue, que jugó para los Lakers entre 1998 y 2001, pasó cuatro años con James en Cleveland, primero como asistente de los Cavaliers, antes de asumir el cargo de entrenador y liderar al equipo a conseguir, en el 2016, el único título de campeones de la NBA que han logrado en su historia.