La NBA tiene un nuevo rey. Y esto no es más que Nikola Jokic. El serbio logró un hito en la historia de la liga y consiguió el primer anillo para los Denver Nuggets en las finales de la NBA.
El serbio de Sombor logró 28 puntos, 16 rebotes y 4 asistencias para poner a los suyos en ventaja al finalizar el partido. MVP consagrado, Jokic ha logrado cambiar la forma de ver el baloncesto. Un base de más de dos metros y 120 kilos que ha revolucionado la NBA.
En 47 años la franquicia no había logrado salir campeón de la liga en ninguna ocasión. Hasta que ha llegado Jokic. Su manera no sólo de ver el baloncesto, sino de sentir el éxito, ha hecho que Nikola se gane el corazón de todos.
Sin ser espectacular ni explosivo, tiene una capacidad única de leer el juego, entender los momentos, un poderío físico casi imposible de contener y una excelente habilidad técnica muy poco habitual en un pívot.
El serbio lideró los 'playoffs' de la NBA por puntos anotados (600), rebotes (269) y asistencias (190) y es MVP de las Finales tras ser elegido dos veces consecutivas MVP de la temporada regular, en 2021 y 2022. Es el primer pívot en ganar el premio al MVP de las Finales desde que lo hiciera Shaquille O'Neal en 2002.
La felicidad de Jokic por el resto de sus compañeros
Además de ser distinto en la pista, Jokic es un buenazo fuera de él. Tanto que lo primero que ha hecho tras liderar a su equipo a la consecución del anillo ha sido recordar a todos sus compañeros.
"Estoy feliz por todos ellos. Estoy feliz por DeAndre Jordan, por Jeff Green, por Ish Smith. Literalmente por todos. Michael Porter Jr. tuvo tres operaciones y aun así vino a ayudarnos a ganar un campeonato. Jamal Murray, que tuvo una cirugía y no jugó bien al comienzo del curso... Pero ya os dije que todos sabíamos de lo que era capaz", dijo en una rueda de prensa.
"Kentavious Caldwell-Pope nos trajo un campeonato. Bruce Brown, Christian Braun... Literalmente estoy feliz por cada jugador, por todos los jugadores de este equipo", indicó.