Por si había alguna duda, LeBron James ha dejado claro este jueves que está hecho de otra pasta. Pese a que no pudo evitar la derrota (100-97) de Los Angeles Lakers frente a los Charlotte Hornets, aunque tuvo dos triples en los últimos segundos para llevar el partido a la prórroga, el de Akron dejó una de las imágenes de la temporada en la NBA.
En el último cuarto, cuando los Lakers más agonizaban, LeBron se volvió a poner la capa de superhéroe y voló por encima de Mark Williams, el pívot que llegó a estar en plantilla de los Lakers hace unos días hasta que se dio marcha atrás al traspaso porque no pudo superar las pruebas médicas.
Un mate en el que el 6 de del equipo angelino puso en juego su físico para dejar una imagen que nos retrotrae unos diez o quince años en el tiempo, cuando gracias a su exuberancia física era el jugador más dominante en la liga.
LEBRON JAMES ARE YOU KIDDING?!?!?!
RISES UP FOR THE HAMMER AND BRONNY CAN'T BELIEVE IT 🤯🤯 pic.twitter.com/KPlIxLauh7
— NBA (@NBA) February 20, 2025
Pero la imagen que confirmó el inexorable paso del tiempo fue la reacción de su hijo Bronny en el banquillo, que alucinó y se llevó las manos a la cabeza con el mate que acababa de hacer su padre.