El Campeón solo pensó en la celebración

El Barcelona se olvidó de jugar el partido previo a la celebración del título de Liga frente a toda la afición del Camp Nou. Después de cantar al alirón la pasada jornada contra el Espanyol, los azulgranas tenían la oportunidad de hacer un día perfecto ganando a la Real Sociedad y empezar ahí la fiesta levantando el trofeo.

El comienzo de partido no podía haber empezado peor para los de Xavi Hernández. A los cinco minutos de partido, un error impropio de un futbolista de la talla de Jules Koundé bastó para que la Real Sociedad armase un contra que culminó Mikel Merino para batir entre las piernas a Ter Stegen y dejar muy tocado al alemán ya que aspira a hacer una temporada histórica con el Zamora ya bajo el brazo.

A pesar de que Ousmane Dembélé llevó la iniciativa del juego ofensivo con su desequilibrio, ni Lewandowski ni Raphinha demostraban una finura digna de un líder, con fallos incomprensibles como el fallo a portería vacía del polaco o las pérdidas de balón del brasileño que podían haber agrandado la distancia en el mercador antes del descanso.

En la segunda mitad, Xavi apostó con un cambio en el juego metiendo más peso en las bandas con Demebele y Raphinha y meter balones al polaco. El sistema seguía fallando y apenas encontraban huecos en la correosa defensa que habían implantado los de Imanol en el área. El Barça insistió pero otro error con la firma de Frenkie de Jong supuso el gol de Sorltoh y el campeón caía en el día de la celebración con la entrega del título.

A partir de ahí, Xavi cambió los extremos en busca de más frescura y otras alternativas para buscar ese gol que diera la emoción al partido. En una de las insistencias de Ferran Torres, el extremo colgó un balón que cazó Lewandowksi para recortar distancias y buscar un empate para ocultar el mal partido del equipo.  El Barcelona tenía la mente puesta en la celebración y se olvidó de demostrar su mejor fútbol en el día más especial de la temporada.