Tres perlas de Koldo Agirre
Por mucho que sepamos que se acerca nuestro último partido, todos queremos forzar la prórroga, incluso los penaltis. Siempre es el tiempo lo más ansiado. La marcha de nuestro querido Koldo Agirre nos sienta como un mal gol en propia puerta. Un mito como jugador, entrenador autodidacta, contertulio de lujo y enamorado del Athletic Club y de sus peñistas a los que les animaba con canciones en rojo y blanco.
Recuerdo mil anécdotas del mago de Sondika, pero me quedaría con tres perlas que me contó para deleite de quienes las escucharon en la radio. Cabe reseñar antes, que fue el aldeano más joven de los 11 de Chamartin y le tocó con 18 años, junto con Etura, el marcaje de Di Stéfano al que secaron en uno de los partidos más memorables de la historia del Club.
Se jugaba con 5 delanteros y les dejaban vendidos a los centrocampistas, porque en aquellos tiempos no había cambios. Inolvidable fue también su paso por el banquillo de la Catedral y las finales de copa contra el Betis y la histórica de la UEFA frente a la Juve con la vuelta en San Mamés, en un año donde jugaron como ángeles.
Me quedo ahora con 3 momentos de un Koldo sonriente y socarrón. El primero cuando no existían las tarjetas y un árbitro, de cuyo nombre no logró acordarme, se le acercó al galope tras una entrada de hospital en un partido en casa. El trencilla le dijo: 'está usted expulsado'. Y Koldo le respondió “no tienes pelotas de echarme porque te comen”. San Mamés chiflaba de lo lindo y el humano árbitro le dijo: 'bueno, pues estás advertido'.
La segunda versa sobre ese moderno término de “jugón”. Perdía el Athletic 3-0 contra el Español en Barcelona, y Koldo se sumó al ataque pese a la bronca de su entrenador. Marcó cuatro goles y ganó el partido. Uno de ellos incluso con la cabeza, que solo usaba para peinarse esa raya tan característica.
El tercer recuerdo que viaja por mi mente es que él siempre presumía que como míster había ganado un título para el Athletic Club. Fue en los años de la gabarra.
El Valencia de Aguirre tenía que impedir que el Real Madrid ganase en Mestalla, porque si empatábamos a puntos se llevaba la liga el Madrid. Y los ché ganaron. Koldo lo celebró por partida doble.
Era muy alegre, ameno y su leyenda, sus gestas, sobrevivirán en el tiempo, serán cantadas y contadas por generaciones venideras. Ya te echo de menos amigo mío, pero el vuelo que partía ayer de Sondika no se ha podido aplazar. Ya sobrevuelas el cielo de San Mamés.
Goian Bego Koldo y aúpa Athletic. Hoy me tomaré un buen Rioja a tu salud.
Por Patxi Herranz, periodista de El Correo y Radio Popular
Gora Koldo