Morir en la orilla, pero con orgullo

Aguantó en pie como buenamente pudo hasta que terminó cayendo ante la calidad del Real Madrid. El Cádiz se veía capaz de ganar otra vez, pero no pudo ser y debe centrarse ya en el partido del viernes contra el Espanyol, que es una auténtica final.

Los primeros minutos fueron de acoso madridista, pero el primer disparo con auténtico peligro fue del Pacha Espino a las 12 minutos. Se encontró con el palo en un gran disparo cruzado después de una buena jugada colectiva.

El Cádiz firmaba un ejercicio de supervivencia aguantando la hipnótica circulación de balón de su rival, que a base de calidad se plantaba en el área de David Gil con una inquietante frecuencia. El portero cadista se lució ante Benzema en el minuto 17.

El desequilibrio del Madrid lo ponía Rodrygo y de sus botas salió una jugada que acabó con un remate al larguero de Benzema pasada la media hora. No hizo una mala primera parte el Cádiz, pero con destellos el equipo de Ancelotti daba un susto detrás de otro. A los amarillos les faltaba precisión en los metros finales pero también tuvieron sus llegadas. David Gil mantuvo con vida al Cádiz en el primer periodo. Evitó el gol ante un Rodrygo que era una pesadilla.

Paseaba sobre el alambre con muchas jugadas por la banda derecha en las que Rodrygo y Valverde estuvieron cerca de adelantar a los blancos. El Cádiz se desconectó defensivamente en el primer cuarto de hora de la segunda parte y le dio muchas opciones al Madrid.

Cuando el partido estaba en el minuto 65, el empate sin goles era un milagro por el acoso a la portería amarilla. Benzema se encontró otra vez con el palo y Sergio revitalizaba el equipo con varios cambios. Pero justo en ese momento llegó Nacho y marcó con un disparo raso desde fuera del área.

Quedaban unos 20 minutos, pero cuando quiso levantar la cabeza se encontró con un tanto de Asensio. De ahí hasta el final tuvo alguna oportunidad para acercarse, pero faltó acierto.