La octava y última etapa, de 130,5 km entre Megeve y Courchevel y cuatro puertos -uno de segunda y tres de primera- en el trayecto, tuvo un ganador español: Mikel Nieve, que se adelantó a sus compañeros de escapada en el último kilómetro y se impuso con un tiempo de 2h20:29. Talansky cruzó la línea siete segundos después, en cuarto lugar, y Contador lo hizo a 1:15, décimo, después de realizar un descomunal esfuerzo en solitario a lo largo de los últimos 23 kilómetros. 27 segundos les separó en la general definitiva. Los organizadores habían suavizado la llegada a Courchevel al situar la meta antes de la cumbre. En la última dificultad, los corredores tenían que ascender 1.267 metros a lo largo de 5,9 kilómetros al 6,2 de pendiente media. Tanto Contador como Froome, separados por ocho segundos en la general, habían advertido de que la carrera no estaba resuelta, y la realidad les dio la razón, pero en favor de un tercero. El sábado el español había distanciado en 20 segundos al británico en el último kilómetro y medio para enfundarse el amarillo. La escapada del día se formó en el primer ascenso con 23 corredores, y entre ellos el estadounidense Andrew Talansky, tercero en la general a 39 segundos de Contador, que rápidamente se convirtió en líder virtual. El equipo Sky de Chris Froome tenía tres hombres en el corte, los españoles David López y Mikel Nieve y el australiano Richie Porte, y el británico atacó en el Col de Saisies en compañía de sus compañeros Geraint Thomas, Danny Pate y Vasil Kiryenka. Contador respondió sin problemas pero se quedó sin equipo. El pelotón se fracturó en mil pedazos con las maniobras del equipo Sky para destronar a Contador, de las que momentáneamente se beneficiaba Talansky, líder virtual de la prueba durante muchos kilómetros. A 23 kilómetros de meta, Contador, al comprobar que la ventaja de los fugados pasaba de los dos minutos, resolvió salir en su busca, dejando clavado a Froome en el ascenso al col de Montagny, para que la carrera no se le fuera con los de arriba. Talansky coronó junto a Jurgen Van den Broeck y Romain Bardet con 48 segundos de ventaja sobre Vincenzo Nibali y Wilco Kelderman. Contador pasaba a 1:26 y Froome a 2:25. El esfuerzo de Contador resultó baldío. Talansky mantuvo un ritmo suficiente para evitar que el español culminara la remontada y se alzó con la victoria, evitando, de paso, el décimo triunfo de un español. Desde que Valentín Uriona ganó la Dauphiné en 1964 la carrera francesa ha registrado nueve victorias españolas: Luis Ocaña en 1972 y 1973; Miguel Induráin en 1995 y 1996, Iban Mayo en 2004, Iñigo Lanzaluce en 2005 y Alejandro Valverde en 2008 y 2009.