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Un clásico pirenaico, segundo plato de la alta montaña

Martin (Francia), 14 jul (EFE).- Tras el primer contacto con la alta montaña, el Tour de Francia vivirá mañana, miércoles, una jornada clásica de los Pirineos, con el ascenso a Aspin y el Tourmalet, cuya cima está a 41 kilómetros de la meta, la mitad de ellos de descenso.La etapa se presta tanto a la formación de escapadas largas como a una batalla entre los favoritos para la general.
Tras ascender Aspin, de primera categoría con 12 kilómetros y una pendiente media del 6,5 %, y el mítico Tourmalet, especial con 17,1 kilómetros y una pendiente del 7,3 %, se abre un largo descenso de casi 20 kilómetros antes de que, camino de Cauterets, la carrera vuelva empinarse.
Será una subida constante pero suave que desemboca en una cota de tercera categoría, con 6,4 kilómetros al 5 % cuya cima se sitúa a poco más de dos kilómetros de la meta.
Terreno suficiente para organizar estrategias de carrera tras la fatiga acumulada en el primer contacto con la alta montaña y en vísperas de la etapa reina de la edición.
 
- Etapa 11: Pau - Cauterets, 188 kilómetros
Salida: 12.05 (10.05 GMT)
Llegada prevista: 17.17 (15.17 GMT).
Montaña:
Cota de Loucrup (3a), a 48,5 km
Cota de Bagnères-de-Bigorre (3a) a 61,5
Cota de Mauvezin (3a) a 74,5
Col de Aspin (1a), a 117
Col del Tourmalet (E), a 147 km
Cota de Cauterets (3a), a 184,5 km.

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