Es Noticia

Sábado de carnaval en Alpe D'Huez

El Alpe D'Huez es uno de los símbolos del Tour de Francia, un puerto que no es el más duro, pero sí el más famoso y ambientado. Cerca de 400.000 personas invadieron hoy sus cunetas y laderas a través de sus 21 curvas para vivir una jornada especial de ciclismo que se viste de carnaval.Carlos de Torres
Desde Bourg D'Oisans, el pueblo que antecede a los 13,8 kilómetros de ascenso hasta la cima de Alpe D'Huez, ya se observaba una interminable romería de aficionados a pie y en bici que se juntaba con la marabunta ya instalada en el puerto desde la primera curva. Muchos apostados en su furgoneta o tienda de campaña desde días antes.
En la subida un pequeño espacio vale oro. Un mundo de todas las edades: veteranos y noveles, niños, abuelas....todos esperando para ver apenas unos segundos el paso de la comitiva ciclista.
El carnaval alpino no cesa en ningún momento: música, barbacoas, karaoke, baile y mucha cerveza entre banderas y pancartas de todos los países, así como de ciclistas, clubes de fútbol....todo se acepta con tal de hacerse notar.
Y cada uno destaca a su manera. No es extraño encontrarse un astronauta, un payaso, a cualquier político del mundo saludando a la multitud. Todo un concurso de disfraces.
Algunos no desaprovechan las altas temperatura para tomar el sol, sin tener reparo alguno en mostrar al personal más de lo habitual.
La curva 7 es el centro neurálgico de la fiesta. Allí se concentra buena parte de la marea naranja holandesa, siempre en mayoría, pero no solo en número, sino en nivel de ruido.
Cerveza en mano colapsan el tráfico previo a la carrera. Los "oranges" cantan y bailan entre el humo de la barbacoa, invitan incluso a un trago a través de la ventanilla del coche. Ninguno se queja de pasar sed.
También se dejan notar los daneses y noruegos. Los nórdicos dejan su sello. Muchas pelucas de colores, coreografías. No es que destaquen los ciclistas de ambos países, pero se lo pasan como nadie.
Hay seguidores del ciclismo muy fieles. Algunos de ellos habituales en los puertos de Pirineos y Alpes. No ha fallado este año la pancarta del "León de la sabana" en honor de Chris Froome, un británico de origen keniano.
No todo es amable para el campeón del Tour, ya que algunos le echan en cara las sospechas de dopaje con carteles o dibujos insultantes. Los coches del Sky soportan abucheos, casi tanto como el líder Chris Froome.
En los últimos año han proliferado los hinchas colombianos que siguen con pasión a Nairo Quintana. Al boyacense le recuerdan en un recodo del puerto que "Colombia es un país que no deja de soñar".
El carnaval se altera cuando el asfalto se convierte en un campo de batalla. Pasa el pelotón, se desata la locura, llegan las exhibiciones en directo, las que salen por la tele.
Son los momentos más cotizados. Mayor escaparate imposible. Mucho disfraz de mujer con piernas peludas, alguno que otro luciendo un tanga. Al paso de la carrera, sobre las cinco de la tarde, la mayoría está despierta, disfrutando de la competición. Muchos, ya han sido víctimas del carnaval.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar