Mikel Nieve (Sky), quinto de la general de la Vuelta, se encuentra "muy motivado" para mantener el puesto tras la cronometrada de este miércoles en Burgos, lo que supondría mejorar su mejor puesto en una gran ronda: fue décimo en las Vueltas de 2010 y 2011."Me motiva estar tan adelante y verme tan cerca de los primeros de la general. De momento estoy contento con lo que estoy haciendo y ahora hay que seguir hasta Madrid", dijo.
Nieve se considera un corredor de fondo, por lo tanto espera rendir aún mejor en las cinco etapas restantes.
"Ahora me estoy encontrando muy bien y es satisfactorio verme ahí. El Team Sky vino con un equipo potente, Froome, Roche, Henao, Thomas. Hemos tenido mala suerte con caídas y Froome desgraciadamente tuvo una más grave y se tuvo que ir a casa. Yo he podido aguantar, estoy bien y ahora se trata de continuar esa línea", comentó en la jornada de descanso de la Vuelta.
Sobre si cambiaría una victoria de etapa por el quinto puesto, Nieve mostró dudas.
"Ahora mismo no lo sé. Llevo dos semanas luchando por ese puesto y ahora estoy satisfecho. Una etapa es una etapa y eso vale mucho, pero intentaré dar el máximo hasta Madrid y veremos qué sale".
Ante la cronometrada de Burgos, el ciclista navarro se mostró esperanzado, ya que no se trata de una prueba sobre terreno completamente llano.
"Habrá que ver. Tampoco es una crono tan llana y de momento las sensaciones han sido buenas para arriba y espero tener un buen día no perder mucho tiempo con los primeros de la general. Quitando a Dumoulin, los demás tampoco son especialistas e intentaré aguantar ese quinto puesto
Nieve, ahora a 57 segundos del podio, considera que tras la crono aún queda terreno favorable.
"Finales en alto no quedan, pero hay terreno duro. Habrá que ver cómo queda la clasificación después de mañana. Mi objetivo sería aguantar. Y después no descarto nada", dijo
Nieve desveló que su compañero Chris Froome empezó a soñar con ganar la Vuelta tras el segundo puesto en Cumbres del Sol.
"Sí, después de la Alpujarra tuvo un poco más de dudas pero cuando hizo segundo en aquella etapa vio que podría ganar la Vuelta. Él confiaba en eso y el equipo también, así que fue una pena la caída y el abandono", explicó.