Es Noticia

El doble regalo del electricista

Su nombre aparece entre los once mejores de la clasificación de la Titan Tropic después de los tres primeros días y prácticamente nadie lo conoce, pero la historia del mallorquín Miquel Mas tiene que ver con un regalo que le hizo a su mujer y que se ha convertido en uno de los mejores presentes de su vida.Francisco Ávila
Mas es mariando. Así se conocen a los naturales de Maria de la Salut, pero vive en Porreres, otro pequeño municipio mallorquín. Allí dirige una empresa propia de electricidad y fontanería que ocupa a doce trabajadores, unas obligaciones que le impiden entrenarse cada día, pero que le permiten como autónomo sacar tiempo para salir cuatro o cinco días semanales en bicicleta de montaña.
Estos días ha aguantado el ritmo de los mejores, pese a que él no se entrena como ellos. Con 37 años resiste hasta que Diego Tamayo, Roberto Bou o alguno de los nobles decide atacar en cualquier repechón, pero el valor añadido de Miquel es la persistencia, nunca se rinde.
"No puedo entrenarme cada día, depende mucho del trabajo que tengo. Salgo dos o tres horas, pero no siempre", insiste Mas, en declaraciones a EFE.
Asegura que tiene que estar cada día "al pie del cañón" y aunque le encantaría no puede dedicarle más horas al ciclismo de montaña. Viéndole correr, nadie creería que la Titan Tropic es su segunda gran prueba de resistencia, pero sonríe cuando lo confirma.
"¿Experiencia en esto? Este año he hecho La Rioja Bike Race. Allí fui a probar, a ver cómo me iría. Fue muy duro, pero aquí también es muy duro y, además, son más días", asegura el ciclista.
Miquel Mas dice que no está acostumbrado a aguantar a buen nivel tantos días. Se sorprendió después de la segunda etapa y también al finalizar la tercera, cuando con molestias en los isquiotibiales piensa que su aventura está a punto de acabar.
"No sé hasta cuánto resistiré, porque yo no llevo el entrenamiento que tiene esta gente", insiste Mas, quien no cree que tenga un nivel similar a los mejores, pese a que la clasificación dice otra cosa. "Hoy iba con el grupo de delante y cuando han tirado, nos hemos quedado unos cuantos, la diferencia está ahí", ha dicho.
Pese al cansancio acumulado tras la etapa, a Miquel Mas se le ilumina la mirada hablando de ciclismo, pero esa expresión se convierte en una medio sonrisa al preguntarle sobre cuál es su equipo y si tiene algún aliado en la carrera.
"Bueno, mi mujer también corre aquí", asegura Miquel Mas, quien siempre empieza la etapa junto con su mujer, pero con el paso de los kilómetros decide apretar el ritmo y estar en el lugar que nunca había soñado en la clasificación.
Miquel y su mujer Agnes Oliver están compitiendo en la Titan Tropic porque él pensó en hacerle un regalo por su cumpleaños, de esos presentes que se hacen para la otra persona cuando en el fondo muchos saben que es para ti.
"Ella quería hacer un viaje largo, quería ir a Nueva York, siempre ha querido ir a Nueva York y el día de su cumpleaños le regalé una inscripción para ir a competir aquí los dos. Le dije vamos a hacer un viaje largo, y como a ella le gusta mucho el deporte, hace moutain bike y triatlones, pues aquí estamos...", asegura Mas.
"Mi mujer casi me mata, pero (sonríe) todo va muy bien. Ella está bastante cansada porque no está acostumbrada a este nivel, Vamos a ver si aguantamos hasta el final", dice.
Por el momento a Miquel le va mucho mejor que a Agnés. Él es undécimo en la clasificación general, ella es también undécima de las dieciséis mujeres que participan.
Comparten equipo, compiten en dúos mixtos y sus maillots son de los pocos que están limpios de publicidad. Este año el regalo de cumpleaños de Agnés ha sido un viaje diferente a Cuba, seguro que Miquel ha tomado nota y el próximo, sin duda, será un viaje a Nueva York. Igual busca alguna carrera ciclista cerca, porque siempre los regalos dobles son mejores.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar