El Tour repite el dispositivo de seguridad antiterrorista

El Tour, que mañana comienza en la localidad alemana de Düsseldorf, vuelve a repetir el dispositivo de seguridad antiterrorista que puso en marcha el año pasado ante la amenaza yihadista que pesaba sobre Francia, reforzado con brigadas caninas de detección de explosivos.Hasta 23.000 agentes están movilizados para la seguridad de la prueba ciclista más importante del mundo, muchos de ellos ya en Alemania para blindar, junto a sus colegas germanos, los preparativos de la competición y la primera etapa, 14 kilómetros cronometrados a orillas del Rin.
Se trata de una cifra similar a la del año pasado, cuando las autoridades galas habían diseñado un dispositivo novedoso, que también incluía un brigada de intervención rápida de la Gendarmería, que volverá a esta lista para actuar en caso de necesidad.
La gran novedad es que se sumarán al dispositivo brigadas caninas, con perros adiestrados en la detección de explosivos que patrullarán por los alrededores del podium y de la zona de corredores a la salida.
Los organizadores del Tour también han reforzado los dispositivos de vigilancia privada con más agentes privados que también incluirán perros adiestrados, según reveló el director del Tour, Christian Prudhomme.
Pero el responsable de la carrera afirmó que la seguridad no debe de "matar el espectáculo".
"No podemos añadir más miedo al que ya hay. Vamos a seguir de forma escrupulosa las directrices de seguridad, pero tenemos que mantener el espíritu de fiesta. No podemos cambiar el modo de vida que hemos elegido en nuestras sociedades", señaló Prudhomme.
El director del Tour recordó la dificultad de garantizar la seguridad en todas las carreteras que atraviesa el pelotón con millones de aficionados en sus cunetas.
La seguridad fue uno de los asuntos más preocupantes del Tour del año pasado, que se celebró ocho meses después de los atentados de París y Saint Denis que costaron la vida a 130 personas.
Durante la ronda gala, el terrorismo yihadista volvió a golpear Francia, con un atentado en Niza el 14 de julio que provocó 89 muertos, el mismo día en el que el pelotón había coronado el Mont Ventoux.
El Tour se volcó en homenajes a las víctimas y se multiplicaron los llamamientos a la vigilancia.
Las manifestaciones deportivas están en el punto de mira de los terroristas como puso de manifiesto que las primeras explosiones en la noche del 13 de noviembre de 2015 tuvieran lugar en los aledaños del Estadio de Francia donde se disputaba un amistoso entre Francia y Alemania.
Minutos más tarde fueron una serie de terrazas de la capital francesa el blanco de los terroristas que acabaron su sanguinaria acción en la sala de fiestas del Bataclan.
Francia, que tras esa acción declaró el estado de emergencia que da a las fuerzas del orden más atribuciones para la lucha contra el terrorismo, lo ha ido ampliando en varias ocasiones.
El Tour ha sido uno de los eventos que se ha situado bajo el paraguas de este dispositivo, lo que justificó la atribución a la carrera de una brigada especial de intervención, la misma que desarticuló en un apartamento de Saint Denis a los últimos miembros del comando que cometió los atentados del 13 de noviembre antes de que volvieran a golpear.
Los organizadores destacan en esta ocasión la cooperación con las autoridades germanas, belgas y luxemburguesas, por las que, además de Francia, discurrirá el Tour. EFE.