El australiano Adam Hansen (Lotto Soudal), "El hombre diesel", asomó en la escapada del día en la tercera etapa del Tour de Francia que se lanzó en Lieja camino de Longwy. Un dato irrelevante si no se explica que se trata de un personaje peculiar, único en el pelotón: posee el récord de participaciones consecutivas en grandes vueltas: 17.Desde la Vuelta 2011 hasta el Giro de 2017, el ciclista de 36 años nacido en Gold Coast ha terminado todas las grandes y no piensa parar "mientras el cuerpo aguante". En el Tour trabaja al servicio del esprinter alemán André Greipel y sueña con aprovechar una escapada para añadir una victoria que completaría su colección. Ya ganó en el Giro y Vuelta.
"Los triunfos suponen una recompensa al trabajo, pero ante todo me gusta esta profesión. Adoro el ciclismo, amo competir y ayudar a mis compañeros a lograr sus objetivos", señala Hansen, un "loco" divertido, simpático y capaz de protagonizar escenas inéditas dentro del pelotón.
Con el récord superado, precisamente al legendario español Bernardo Ruiz, que sumaba 13 grandes seguidas, Hansen "un currante dentro y fuera de la carretera", ante todo trata de divertirse, de ser feliz sobre la bicicleta, y para ello tira de imaginación sin temor al ridículo. "Estamos aquí para divertirnos y disfrutar de nuestra afición".
Son famosas sus escenas en carrera, como en el Tour 2013, cuando subió el Alpe d'Huez con una cerveza en la mano, o ascendiendo las rampas del Angliru en la Vuelta con una peluca. Y en las redes está en vanguardia con más de 70.000 seguidores en twitter.
"Me gusta compartir bromas con los seguidores del ciclismo, así se acercan más a nuestro deporte y comprueban el lado más "cool" del pelotón. Cualquiera se percata de que estoy chalado".
No paran ahí las peculiaridades del corredor "aussie", que acaba de empezar su gran vuelta número 18. Hansen es ingeniero, experto informático y diseñador. Tiene su propia empresa, Hanseeno, el mote de su equipo, y reside con su pareja en Frýdlant nad Ostravicí (República Checa) desde 2005. Allí fabrica diversos productos para el ciclismo que luego vende por internet.
Como hombre hábil en temas informáticos, también le toca atender las peticiones de sus compañeros cada vez que se les resiste las teclas del teléfono o del ordenador.
Amor al ciclismo, diseño e informática: receta del "Forrest Gump" del ciclismo mundial. EFE.