La Marcha 'Pedro Delgado' rinde homenaje a Bahamontes con 2.500 ciclistas

Cerca de 2.500 ciclistas han salido hoy a los pies del Acueducto de Segovia para participar en la XXIV Marcha Cicloturista que lleva el nombre de Pedro Delgado y que ha rendido un homenaje al ganador del Tour de Francia en 1959, Federico Martín Bahamontes.El conocido como 'Águila de Toledo', considerado el mejor escalador en la historia de la ronda francesa, de 89 años, ha agradecido el gesto que ha encabezado el exciclista segoviano Pedro Delgado, con buen humor y advirtiendo a los presentes que "hay que estar a tope, que no se pare".
En presencia de la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Segovia, Marian Rueda, momentos antes de la salida, que se ha dado a las ocho de la mañana, en un día soleado, Delgado ha hecho entrega a Bahamontes de un cuadro con recortes de prensa y de esta prueba.
Muchos de los participantes, incluido Delgado, han vestido el jersey oficial de este año con la marca 'Tricofilina Coppi', similar al del equipo en que militaba el toledano cuando ganó la ronda francesa, de color blanco con letras negras rodeadas de un cuadro y bordes verdes.
Se trataba de un patrocinador de una marca de brillantina para el pelo, liderado por el ciclista italiano Fausto Coppi, pentacampeón del Giro de Italia, entre 1940 y 1953, y doble vencedor del Tour, en 1949 y 1952.
Momentos antes del inicio, Delgado, que ganó el Tour en 1988, ha bromeado con los periodistas y ha dicho en tono jocoso que había tenido que invitar a Bahamontes a la marcha y "tocar madera", para que siga siendo el decano de quienes han terminado de amarillo en esta prueba ya que los anteriores al toledano han fallecido.
Delgado ha dicho que este homenaje le hace mucha ilusión porque llevaba queriendo promoverlo desde hace mucho tiempo y no ha sido posible hasta este año y ha agradecido la presencia de Bahamontes, pese a que su esposa, Fermina Aguilar Sánchez, se encuentre enferma en el hospital.
En declaraciones a los periodistas, Delgado ha detallado el mérito de Bahamontes, "haber triunfado cuando la bicicleta era un artilugio casi de lujo, consiguiendo también en seis ocasiones el Gran Premio de la Montaña del Tour, es bonito recordarlo, como hemos hecho con otros ciclistas en ediciones anteriores".
Bahamontes ha destacado la necesidad de que exista rivalidad entre los deportistas: "Si no hay rivales no hay combate", a matizado a los periodistas.
Entre los participantes ha habido exprofesionales como Lale Cubino, José Luis Santamaría, Arribas o Dori Ruano, una de las setenta mujeres que han salido en esta prueba.
Bahamontes ha recordado los momentos de su carrera profesional y ha afirmado que "era otro cantar, no se puede comparar con hoy, no había casco, ni estos desarrollos de platos y piñones de la bici y el asfalto escaseaba, la mayoría de las carreteras eran de tierra".
En cuanto a si existe menos rivalidad y diferencias de tiempos en la montaña ha explicado que "esas las tiene que hacer el ciclista dando pedales desde la salida, quien combate no sale vencedor desde el principio, hay que demostrarlo en la lona, esto es igual, el ciclista debe dar batalla y demarrajes".
No ha dejado pasar un comentario en relación a los accidentes que padecen los ciclistas en la carretera y ha subrayado que "el peligro es cada vez mayor, hay más coches, cuando había burros con carros no ocurría, se les llevaba del rama".
Antes de comenzar los 161 kilómetros de prueba, que incluye los puertos de Navacerrada, Morcuera, Canencia y Navafría, pasando a la Comunidad de Madrid, para regresar a la de Castilla y León, Delgado ha explicado que los que participantes tienen "muchas ganas de dar a los pedales".
"Somos un poco raros los ciclistas, nos gusta sufrir, hemos sido grandes deportistas, lo mejor es la afición de los ganadores de la marcha que te encuentras, que nos siguen y luego nos adelantan".
En cuando a la polémica de los accidentes, Delgado ha llamado a los automovilistas a "la relajación y la convivencia, un ciclista puede cometer un error, pero no hay que hacerle castigar 'in situ', sino aprender a convivir".
Ha reconocido que "la convivencia con los coches es difícil, pero hay que hacer una llamada a la conciliación, respetar el metro y medio de adelantamiento al ciclista y, si ven un grupo, que no se pongan nerviosos que quizá sean treinta segundos más, pero supone seguir haciendo el camino sin ningún disgusto en la mente de nadie".