El holandés Dylan Groenewegen se proclamó este domingo vencedor de la clásica belga Kuurne-Bruselas-Kuurne con un esprint espectacular que dejó muy atrás al francés Arnaud Demare, que había lanzado el ataque final.Rematando el gran trabajo del equipo Lotto Soudal, Groenewegen, de 24 años, logró así su cuarta victoria de la temporada con un tiempo de 4h:53.09, seguido de Demare y del italiano Sonny Colbrelli.
La carrera se disputaba sobre un recorrido de 200,1 kilómetros propicio para los esprinters (el británico Mark Cavendish la ha ganado dos veces), aunque el año pasado se impuso el campeón mundial eslovaco Peter Sagan -hoy los dos ausentes- en una avanzadilla de cuatro.
El tramo más complicado transcurría entre los km 83 y 150, con diez subidas en el espacio de 67 km, entre ellas los muros de Kruisberg, Oude Kwaremont, Kluisberg y Tiegemberg, y el último ascenso al Nokereberg, a 50 de meta, que remata dos vueltas al circuito final alrededor de Kortrijk.
La carrera ofrecía una buena oportunidad al colombiano Fernando Gaviria, que sufrió ayer una caída sin consecuencias en la clásica Omloop. Un día después volvía a estar en la nómina del poderoso Quick Step Floors, pero a 79 km del final, en la subida al Kluisberg, comprobó que no estaba para luchar por la victoria.
Una veintena de corredores, entre ellos Greg Van Avermaet, Sep Vanmarcke, Sacha Modolo y Matteo Trentin, abría carrera con poco más de un minuto sobre el pelotón a 62 km de la llegada, pero el trabajo del Astana por detrás produjo la reunificación a 38 km de meta.
Por delante, con 24 segundos de margen quedaron el italiano Daniel Oss (Bora) y el belga Jasper Stuyven (Trek Segafredo). Este último se quedó solo en el desafío con 34 segundos de margen a 25 del final, pero el trabajo del Lotto echó abajo la fuga.
Todos los grupos se fusionaron para afrontar los últimos 19 km en un pelotón controlado por el Lotto Soudal, listo para un nuevo desenlace al esprint, en el que no iba a estar Sacha Modolo, víctima de una caída dentro del grupo.
Julien Vermote, Loic Vliegen y Julien Duval protagonizaron el último intento. Llegaron a tener 15 segundos a 3,5 km de meta, pero también su aventura terminó en fracaso: cazados bajo el arco de último km.
Demare, que aspiraba a la victoria, lanzó el esprint pero Groenewegen le tomó la rueda y le superó con insultante facilidad.