El británico Simon Yates (Mitchelton-Scott), que este jueves ha visto reducirse a tan sólo veintiocho segundos su ventaja al frente de la general del Giro de Italia, ha admitido que "no tenía buenas piernas", pero que aún sigue "al frente, así que todo está bien"."No tenía buenas piernas, lo hice lo mejor que pude y eso es todo. Todavía estoy al frente, así que todo está bien", dijo escuetamente Yates, apenas cruzar la meta de la decimoctava etapa.
Una etapa, con final en la cima de Prato Nevoso, donde el británico cedió veintiocho segundos a su principal rival, el holandés Tom Dumoulin (Team Sunweb).
Dumoulin, ganador del Giro de Italia en 2017 y que es segundo en la general de la actual edición, por su parte, calificó el día como "bueno".
"Estaba esperando el momento y, a dos kilómetros de la llegada, quería ver qué era posible. (Yates) se quedó con mi primer ataque, luego (Chris) Froome atacó e intenté seguirle y a Pozzovivo. Por supuesto que es un buen día, pero los próximos dos días van a ser diferentes y mucho más difíciles que hoy", comentó Dumoulin.
El alemán Maximilian Schachmann (Quick-Step Floors), de 24 años, ganador de la etapa tras una larga fuga junto a otros once corredores, reconoció sentirse "increíble".
"Es genial ganar una etapa en mi primera gran vuelta. Todos coinciden en que es un Giro realmente duro, lo que hace que aún sea una mayor satisfacción ganar una etapa", apuntó.
Además, se mostró agradecido con su compañero de equipo Michael Morkov, integrante también de la fuga: "Una gran parte de esta victoria es para Morkov. La escapada ya estaba allí, él hizo de puente y me tomó a su rueda. No es la primera vez que me ayuda en esta carrera. Hemos compartido habitación y él ha compartido su buena experiencia conmigo. Es un ciclista, nuestro cerebro y siempre juega un papel importante en nuestra victoria".