Bobet quiere su maillot de lana
En 1948 el francés Louison Bobet no quería el maillot amarillo sintético que le proponían los organizadores. La prenda había cobrado publicidad y los dueños del Tour firmaron un contrato para sustituir al maillot de lana por uno de textiles novedosos.
La novedad se enfrentó con el clasicismo de un Bobet que se negó a llevar el novedoso maillot y que pidió que le dieran el de toda la vida, el de lana, que la mayor parte del pelotón vistió hasta los años 60.
Los organizadores, encabezados en aquellos años por Jacques Godet, habían firmado un jugoso contrato con los nuevos fabricantes, lo que convertía el asunto en un problema extremadamente importante.
Hubiera sido de una gran gravedad que el público conociera que Bobet, el ídolo del momento, se negaba a vestir el nuevo textil sintético.
Godet contó años después en sus memorias que pasó horas discutiendo con Bobet tras una etapa. "Sus principios eran del mismo granito que su Bretaña natal", escribió el patrón del Tour de la época.
Eran otros años y, finalmente, quien cedió fue el organizador, que de madrugada ordenó tricotar un maillot amarillo de lana que salvó la crisis y permitió a la etapa del día siguiente contar con el distintivo de su líder, Bobet.