Surrealista momento el que se ha vivido este martes en la 10ª etapa del Tour de Francia. Unos manifestantes se han encadenado en medio de la carretera a 35 kilómetros de la meta y han obligado a parar la carrera con llegada en Megève.
Según informan varios medios, los manifestantes protestaban por la instalación de una fábrica de residuos en la zona del Mont Blanc. Un suceso que ha obligado a detener la carrera y a reanudarla posteriormente respetando la distancia que mantenían los escapados de la etapa.
✅ ¡La carrera se reanuda!
3⃣4⃣ kilómetros para el final. #TDF2022 pic.twitter.com/F0wblKPsZ8
— Tour de France ES (@letour_es) July 12, 2022
Los ciclistas echaron pie a tierra por orden de la organización después de que el italiano Alberto Bettiol, del EF, que lideraba la etapa en solitario, atravesara una zona en la que algunas personas habían encendido bengalas.
El transalpino se topó con una gran humareda rosa tras la cual había varias personas sentadas sobre el asfalto.
Unos siete activistas en favor de la lucha contra el cambio climático habían organizado esta acción de protesta y fueron desalojados por las fuerzas del orden.
Bettiol rodaba con una ventaja de 20 segundos sobre un grupo de 24 ciclistas que formaban la escapada del día y que tenían casi 7 minutos y medio con respecto al pelotón.
El parón sorprendió al pelotón del Tour de Francia en medio de unas altas temperaturas, unos 35 grados centígrados, por lo que aprovecharon para refrescarse antes de proseguir la carrera.
La organización lanzó de nuevo la etapa respetando las diferencias de tiempo que había en el momento de la interrupción.
Es la primera vez que el Tour se ve obligado a neutralizar una etapa desde que en 2019 tuvo que hacerlo a causa de una riada de agua que invadió la calzada camino de Tignes, en la etapa 19.
La acción del agua impidió que la carrera llegara al final previsto, por lo que se adoptó la decisión de dar por buenos los tiempos de paso en el último puerto, lo que permitió a Egan Bernal hacerse con el maillot amarillo, que acabó luciendo también en París.