En un emotivo final en solitario, el canadiense Hugo Houle (Israel Premier Tech) logró la victoria de su vida en la decimosexta etapa del Tour de Francia disputada entre Carcasona y Foix, de 178,5 km, en la que retuvo el maillot amarillo el danés Jonas Vingegaard (Jumbo Visma), quien salvó con éxito los ataques del esloveno Tadej Pogacar.
Houle (Sainte Perpetue, Quebec, 31 años), el más fuerte de numeroso grupo de 29 corredores que conformó la fuga del día, ganó en solitario con un tiempo de 4h.23.7, a una media de 40,6 km/hora. Y lo hizo con tiempo para le celebración, apuntando con el dedo al cielo, llorando, dedicando su primera victoria en el World Tour a su hermano, fallecido en 2012 atropellado por un conductor ebrio.
El ciclista canadiense, doble campeón nacional contrarreloj, sin triunfos de postín en el palmarés, entró en la meta de Foix, ciudad del Departamento de Ariege presidida por el Castillo de los Condes, con una ventaja de 1.10 minutos sobre el francés Madouas (Groupama) y Michael Woods, compañero del Israel del ganador, y además compatriota. La cuarta plaza fue para el estadounidense del Movistar Matteo Jorgenson.
Los hombres de la general entraron a 5.54 de Houle, con Vingegaard, Pogacar, Thomas, Gaudu y Nairo Quintana, mientras que Yates perdió comba a 7.16. El español Enric Mas (Movistar), quien lo intento en el primer puerto de primera, terminó hundido a 8.41, perdiendo puestos en la general hasta caer a la undécima plaza a 12.45 del líder. "No es mi Tour", dijo en meta el ciclista balear.
La jornada que entraba en Pirineos apuntó algún detalle respecto a lo que puede suceder en las próximas citas en Peyragydes y Hautacam. Pogacar prometió atacar y atacó, varias veces además. Pero la respuesta fue inmediata siempre, y certera por parte de Vingegaard, quien retuvo el maillot amarillo en una jornada bien trabajada por su equipo. El danés saca 2.22 a Pogacar, 2.43 a Thomas, 4.15 a Quintana, ahora cuarto, 4.24 a Gaudu, 6.18 a Vlasov, que saltó al octavo puesto y los señalados 12.45 a Mas.
Otra jornada de calor sofocante de aproximación al corazón de los Pirineos, con la primera parte del trayecto llano y la segunda exigente con dos puertos de primera. El pelotón salió de Carcasona a tope, mil ataques. Al primer intento serio se formó una escapada de 29 hombres, el más peligro para la general el ruso Vlasov a 10.32. Tanto Jumbo como UAE dieron permiso. Esa expedición no iba con ellos.
La estrategia y las promesas anunciadas en la jornada de descanso iban a tener sus efectos subiendo el Port de Lers (1a, 11,4 km al 7), primera gran dificultad del día, donde por delante coronaron el líder de la montaña, con Van Aert, MacNulty, Jorgenson y Woods.
Por detrás, en el grupo principal se movió Enric Mas, pero el balear se vio absorbido por el grupo del maillot amarillo poco después de coronar el puerto. Había comenzado la tormenta Pogacar, con el esloveno atacando como había prometido, obligando a reaccionar a Vingeggard.
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Los hachazos del doble ganador del Tour pusieron a prueba al líder, quien pasó con nota la prueba del algodón. El resto sufría condenado a hacer la goma, perdiendo terreno y recuperando después. Bajando lo vuelve a intentar Pogacar, pero esnseguida vio que no iba a haber manera de soltar a Vingegaard.
El Mur de Péguère (1a, 9,3 km al 7,9) ofrecía rampas interesantes para seguir con los experimentos y las emboscadas. En la escapada probó subiendo el canadiense Hugo Houle, quien se marchó con una misión vital en su cabeza: dedicar una victoria a su hermano.
El canadiense abrió hueco por delante, soltando a Jorgenson (Movistar) y a su compatriota Woods, sus perseguidores. El estadounidense sufrió una caída a 14 de meta, dejando en bandeja el triunfo para uno de los dos corredores del Israel. La suerte, buscada con ahínco, sonrió a Houle, quien pudo firmar una hazaña que no conseguía un ciclista de Canadá desde 1988, cuando el director actual del equipo, Steve Bauer, se impuso en Machecoul.
En el grupo de la alta jerarquía del Tour de Francia continuó el marcaje entre Vingegaard y Pogacar. El Jumbo se rearmó con Kuss y Van Aert, mientras que el UAE contaba con Majka y McNulty, incrustado en la fuga inicial.
La entrada en el grupo de Van Aert fue definitiva. Vingegaard se echó en sus brazos y lo llevó hasta Foix, exento de ataques y otros contratiempos indeseados. Ya hubo tregua. Se acabaron los fuegos artificiales. Cada uno guardó sus fuerzas para la siguiente etapa, donde espera un final en alto, en Peyragudes, donde, sin duda, atacará Pogacar. Este chico, lo que promete lo cumple.
El ritmo que impuso Rafal Majka para Pogacar en las duras rampas de Peguere terminó de hundir a Enric Mas, quien inició su calvario hasta Foix. Pero el polaco rompió la cadena a 3 km de la cima y paró en seco. Un gregario clave menos para el líder del UAE, quien mucho antes había perdido a Marc Soler, perdido toda la etapa.
Este miércoles el Tour entra de lleno en los Pirineos con una de las jornadas más esperadas de la presente edición, la decimoséptima etapa entre Saint Gaudens y Peyragudes, de 129,7 km. La segunda mitad concentra 4 puertos, tres de primera y uno de segunda.
Para empezar el Col D'Aspin (1a, 12 km al 6,5), seguido del Hourquette D'Ancizan (2a, 8,2 km al 5,1), el Col de Val Louron-Azet (1a,10,7 km al 6,8) y meta en la cima de Payragudes (1a,8 km al 7,8). Será la víspera de otro gran etapa de montaña con la meta en Hautacam. Comienza el gran duelo por el maillot amarillo y el podio.