El italiano Davide Bais, del EOLO-Kometa, conquistó este viernes el Gran Sasso en la séptima etapa del Giro, culminando así una fuga que comenzó a más de 200 km de la meta en lo que fue su primera victoria como profesional.
La 'Maglia Rosa', sin embargo, sigue siendo propiedad de Andreas Leknessund del Team DSM, lo que le convierte en el noruego que más veces la ha portado de manera consecutiva (4), por delante Knut Knudsen.
El primer final en alto de la 'Corsa Rosa' se lo llevó un local. Un Bais que inició una fuga tempranera que parecía imposible mantener durante más de 200km teniendo en cuenta el exigente final de etapa, la mítica subida del Gran Sasso que brinda las imágenes de los ciclistas pedaleando entre muros de nieve cuando este jueves lo hacían a orillas del Mar Tirreno.
Sin embargo, acompañado por el checo Karel Vacek (Team Corratec-SelleItalia) y el italiano Simone Petilli (Intermarché-Circus-Wanty), habiendo dejado atrás al eritreo Henok Mulubrhan (Green Project-Bardiani), Bais se mantuvo al frente en las primeras subidas con más de 10 minutos de ventaja sobre un pelotón en el que ni el Remco Evenepoel ni el esloveno Primoz Roglic asomaron para pelear por una etapa lenta, de 35km/h de media.
Etapa muy tranquila para los grandes nombres, que le cedieron el protagonismo a un Bais que tocó el cielo por primera vez gracias a unos metros finales en los que sacó fuerzas de donde no le quedaban para completar la machada después de 210 km de fuga.
Más de tres minutos después aparecieron Evenepoel y Roglic para finalizar cuarto y quinto, respectivamente. Leknessund sigue siendo líder