El británico Mark Cavendish abandonó este sábado el Tour de Francia tras sufrir una caída en la octava etapa, por lo que no podrá superar el récord de victorias de etapa en la ronda gala que comparte con el belga Eddy Merckx.
El ciclista de la Isla de Man, de 38 años, corría por última vez en el Tour con ese objetivo, entrar un poco más en la leyenda, pero una caída a 63 kilómetros de Limoges, meta de la jornada, cuando rodaba a casi 45 kilómetros por hora, puso fin a su historia en una carrera en la que ha dejado una impronta imborrable.
Cavendish se fue a tierra junto con otros ciclistas, como el español Pello Bilbao, y no pudo reintegrarse a la carrera, con ostensibles gestos de dolor en la clavícula izquierda.
Atendido por los médicos sobre el asfalto, el corredor no pudo reincorporarse al pelotón.
Las lágrimas del ciclista en el coche del equipo Astana fueron testimonio de la ilusión que tenía por conseguir un nuevo triunfo, un día después de haber sido segundo en la meta de Burdeos solo superado por el belga Jasper Philipsen, trece años más joven.
El británico ha sido sin duda la referencia de los esprints en los últimos años, en los que ha recorrido 60.100 kilómetros en 365 etapas en 23 grandes vueltas disputadas.
Pero es en el Tour en el que su figura cobró una mayor magnitud, una carrera que cuidó de forma particular, en la que demostró su superioridad durante muchas ediciones y en dos ocasiones acabó en París con el maillot verde de la regularidad.
La última en 2021, cuando muchos le daban ya por acabado pero regresó en todo su esplendor y añadió a su currículum cuatro nuevos triunfos de etapa que le situaron, en número de victorias parciales, al mismo nivel que Merckx.
Desde entonces, solo tenía un objetivo, superar al 'Caníbal' y quedarse en solitario en la historia como el corredor con más triunfos de etapa, una distinción que ya no podrá obtener.
La historia le ha sido esquiva cuando la tenía a su alcance, una constante en la vida del ciclista de Man, que ya tuvo que abandonar en seis ocasiones anteriores, algunas muy crueles, como la de su debut en 2007 en Londres y en 2014, cuando comenzó en el Yorkshire.
En esa ocasión, en la etapa de Harrogate, donde vive parte de su familia y pasaba muchos veranos, tuvo que abandonar pese a que tenía el objetivo de ganar la etapa al esprint y, gracias a las bonificaciones, vestir ante sus seguidores el maillot amarillo por vez primera.
Su última edición también se acaba de manera dura, subido en una ambulancia cuando la etapa comenzaba a tomar altura para disputar un esprint en el que habría tenido sus opciones.
Cavendish sumó su primera victoria en Chateauroux en 2018, cuando consiguió otros tres triunfos más. Los tres años siguientes se marchó con cinco victorias en cada uno, tres en 2012 y dos en 2013.
Al año siguiente abandonó a las primeras de cambio, pero en 2015 regresó con un triunfo en Fougeres y al año siguiente volvió a ser la referencia con cuatro triunfos y una jornada vestido de amarillo.
Tras dos años en blanco y otros dos en los que no fue seleccionado para el Tour por su rendimiento, Cavendish regresó en 2021 con otras cuatro victorias de etapa inesperadas.
Pero al año siguiente volvió a quedarse fuera. Casi sin equipo, fue fichado por el Astana para un último intento de agrandar su leyenda, que se ha saldado de forma triste.