Lance Armstrong ganó siete veces el Tour de Francia, pero todas las victorias desaparecieron de su palmarés después de la intervención de la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos contra él. Además de un dopaje que el propio Armstrong reconoció en 2013, el exciclista también fue acusado de llevar un motor diminuto en su bicicleta.
Hace unos años, en el documental que el propio Lance Armstrong estrenó en ESPN, ya contó algunos detalles sobre sus dopajes, pero ahora lo ha vuelto a hacer. En el podcast 'Club Random' junto a Bill Maher, el norteamericano ha vuelto a poner el foco en el sistema al hablar de la EPO, la sustancia prohibida que Armstrong, y según él muchos otros, usaron durante años.
"No quiero animar a nadie a hacer algo que no tiene por qué hacer. La verdad es que tenías una droga que era indetectable, que era tremendamente beneficiosa para el rendimiento y la recuperación. Ambas son importantes, pero sobre todo para el rendimiento... Y, como nos hicieron creer, con lo que no estoy en desacuerdo, si se tomaba bajo el cuidado de un médico era seguro", contó en la entrevista el exciclista, donde añade que: "La realidad y la verdad de todo esto es que algunas de estas sustancias, sobre todo la más beneficiosa, tiene una vida media de cuatro horas. Así que ciertas sustancias, ya sea cannabis o anabolizantes, o lo que sea, tienen vidas medias mucho más largas".
Como decimos, en el documental que estrenó en 2020, el norteamericano ya habló así de todo este tema: "La primera vez que tomé la hormona del crecimiento fue en 1996. La primera vez que me dopé diría que fue con 21 años. En mi primera temporada como profesional ya tomaba cortisona. El EPO era otro nivel. No quiero que sirva de excusa, pero todo el mundo lo hacía y yo hubiese ganado igualmente estando limpio".