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La anécdota del Giro de Italia: un espontáneo se une con su bici pero no eclipsa a Jonathan Milan

El espontánea durante la 13ºetapa del Giro de ItaliA.
Redactor de ElDesmarque

El Giro de Italia es el epicentro del mundo de ciclismo en la actualidad. Con cada etapa que pasa, los competidores demuestran el gran esfuerzo físico que hacen por salir campeones. Tanto es así que hasta los aficionados se "solidarizan" con ellos subiéndose a sus bicis para vivir con ellos parte de la competición.

Concretamente la anécdota se vivió este viernes en la salida de la decimotercera etapa cuando apenas los ciclistas había pedaleado. Un espontáneo se atrevió con su 'mountain bike' a recorrer un par de metros por las calles de Riccione hasta que el director de carrera le obligó apartarse del carril bici para subirse a la acera y así no distraer al pelotón.

Sin embargo eso no influyó para que Jonathan Milan se impusiera este viernes al esprint en la decimotercera etapa del Giro de Italia, en una jornada totalmente llana de 179 kilómetros por la Llanura Padana, entre Riccione y Cento, que mantiene igualmente al esloveno Tadej Pogacar como líder.

Milan se hace indomable en Cento

Milan, un experto y ya un habitual en los grandes esprints, portador de la 'Maglia Ciclamino' (líder de la clasificación por puntos) cruzó la meta tras poco más de 4 horas.

Después de la épica del francés Julian Alaphilippe (Soudal Quick-Step) en la pasada etapa, donde culminó una escapada de 150 kilómetros, llegó una etapa totalmente llana sobre un recorrido de 179 kilómetros por la Llanura Padana entre Riccione y Cento, lo que dejó prever desde el inicio un desenlace al esprint.

Y es que eran apenas 150 metros de desnivel en todo el recorrido, sin sobresaltos y sin dificultades, preparado para que la bestia Milan volviera a pelear por una victoria.

No asustó esa posibilidad ni a ni Alessandro Tonelli (Bardiani), ni a Andrea Pietrobon (Polti-Kometa) , ni a Manuele Tarozzi (Bardiani), que se aventuraron en una escapada destinada al fracaso pero que llegó a tener hasta 2 minutos y 15 segundos de ventaja sobre el pelotón, en el que de vez en cuando se formaron abanicos entre los equipos para proteger a sus velocistas, preparándoles para lo que todos sabían iba a ser un desenlace con volata.

La aventura del trío italiano escapado acabó a falta de 53 kilómetros, pero no terminaron ahí los intentos de dar una sorpresa para evitar el 'show' de los velocistas.

Porque en los últimos kilómetros, De Pooter y Marcellusi aceleraron y se colocaron a 30 segundos de un pelotón que sufrió varias pérdidas tras una caída colectiva que involucró a 6 ciclistas: Barta, Rubén Fernández, Costiou, Nairo Quintana y David Dekker. Se descolgó Marcellusi de la fuga en pareja y se quedó al frente, solo ante el peligro, un De Pooter que fue alcanzado a 8 kilómetros del final. La final al esprint era inevitable.

Hat-trick

Se fueron colocando los equipos, preparando el hueco para sus especialistas, pero las cámaras y los focos se centraban en el gigante Jonathan Milan, de 193 centímetros, engalanado otra vez con su equipamiento violeta de ciclamino.

Emergió en cambio primero la figura del colombiano Gaviria (Movistar), pero se quedó sin fuelle al poco tiempo. Allí estaba el más esperado para abrirse paso con su agresivo estilo, movimientos de cuello casi lesivos y duras pedaladas.

Otra vez en solitario, otra vez sin rival, con una sensación de superioridad apabullante. Milan firmó su particular triplete. Es el velocista de esta vuelta sin lugar a dudas. No tiene rival en los últimos metros aunque Pogacar sigue siendo muy líder al que es muy difícil meterle mano.

Jonathan Milan celebrando la victoria en la 13ºetapa del Giro de Italia (Foto: Cordon Press).

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