Es una versión aún más radical que el famoso R32 lanzado al mercado por la marca alemana hace algunos años y está equipado con un motor de cuatro cilindros turbo con 400 caballos de potencia y 450 Nm de par máximo, gestionados por una caja de cambios DSG de doble embrague y seis velocidades que envía la fuerza a las cuatro ruedas a través del sistema de tracción total 4Motion.
El secreto para lograr semejantes cifras reside en el desarrollo de un nuevo turbo con mayor presión de soplado y refrigeración optimizada, con un cárter reforzado. El Golf R 400 alcanza los 280 km/h de velocidad máxima y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos.
En su zaga destacan dos tubos situados en la zona central, dentro de un gran difusor que acompaña a un alerón de techo muy llamativo. Sus llantas de 19 pulgadas son exclusivas y pinta en negro lacado su techo y sus retrovisores exteriores.
Por dentro, la diferencia reside en los asientos deportivos de tipo bacquet con reposacabezas integrados y revestidos de cuero y Alcantara, en varias molduras en símil de fibra de carbono, y en un volante y un pomo del cambio con costuras de color amarillo en contraste. Ya sólo falta saber si Volkswagen se atreverá a hacer realidad algún día este impresionante prototipo.