Se trata de una versión potenciada del dos litros y cuatro cilindros TDCi con 185 caballos que complementará a la motorización gasolina que ya conocemos de la presente generación: el 2.0 Ecoboost sobrealimentado con 250 CV. Será la primera vez en la historia de esta versión ST que bajo el capó se monta un propulsor de gasóleo.
El nuevo corazón diésel será el más prestacional de los que estarán presente en la futura gama y ofrecerá cifras interesantes, sobre todo las de consumo, con 4,4 litros de promedio. Pero quizá lo que más mirarán los potenciales clientes de este vehículo sean sus prestaciones, entre las que destaca la velocidad punta de 217 km/h y 8,1 segundos para el 0-100. En el caso de la versión gasolina
El ST cuenta con una presencia estética específica, con un frontal con paragolpes sobredimensionado y una gran toma de aire en consonancia con la que estrenará el Focus estándar tras el verano, pero contará con un diseño más deportivo que se complementará con un alerón de techo y los escapes centrales en la zaga. En el interior los cambios son incluso mayores, ya que la consola central se libera de botones y el centro de mando principal pasa a la pantalla central táctil. Eso sí, los asientos deportivos firmados por Recaro identificarán de inmediato a este Focus tan dimámico.