En Audi saben de buena mano que el mercado de los SUV es uno de los que más clientes captan en los últimos tiempos. Los todoterreno urbanos han llegado para quedarse y son muchas las marcas, entre ellas la alemana, las que apuestan por lanzar al mercado diferentes modelos con diferentes mecánicas.
Y uno de los que más éxito está teniendo es el Q2. Un coche con un estilo y una personalidad diferente al del resto de sus contrincantes en el segmento. Además, teniendo en cuenta que no deja de ser un Audi, el equipamiento y las prestaciones son de primera.
La duda, sin embargo, surge al tener que elegir entra las diferentes opciones mecánicas. ¿Diésel o gasolina? Aquí te damos la respuesta.
Audi Q2
Por un lado tenemos las opciones diésel. En este terreno, Audi pone a disposición de su clientes un modelo con un motor versión 30 TDI, que llega con un 1.6 TDI de 116 caballos de potencia.
Este motor puede ir relacionado con un cambio manual de seis velocidades así como un automático de siete, teniendo un consumo medio de entre 4.5 y 4.9 litros cada 100 kilómetros.
Llega también con dos variantes más potentes, las dos con un 2.0 TDI capaz de otorgar 150 y 190 caballos de potencia cada una con, a diferencia de la versión menos potente, tracción a las cuatro ruedas.
Por lo que respecta a la gasolina, la potencia de las tres versiones es la misma: 116, 150 y 190 caballos respectivamente. Eso sí, cambian los motores. En el primer caso es un 1.0, el segundo es un 1.4 TFSI y el tercero un 2.0 TFSI.
En cuanto a la transmisión, lo mismo que en los diésel: una manual de seis o una automática de siete, pudiendo además acceder a la tracción de cuatro ruedas en su versión más potente.
Con esto ya aclarado, lo que importa es el consumo. Y ahí la gasolina gana, en especial situ idea es moverte pocos kilómetros y por ciudad. En ese caso la opción del motor de gasolina acaba siendo más beneficiosa. Si por el contrario vas a recorrer largas distancias, la opción diésel es la más recomendable.