Tras sufrir una doble infección vírica, una mononucleosis y una fiebre Q, la motociclista Laia Sanz afronta la próxima edición del rally Dakar, su novena participación en la prueba, con mucha cautela y después de "tres meses de sofá y cama" admite que no llega a la prueba con la mejor preparación, pero que lo intentará suplir con motivación.
En 2018, Sanz ha tenido unos cuantos problemas de salud que le han mantenido inactiva. No ha podido preparar la cita dakariana ni participar en el rally de Marruecos, ni tampoco tomar parte en los entrenamientos colectivos que KTM, su equipo, preparó en Abu Dabi.
De hecho, hasta hace tres semanas, su participación en Perú estaba en entredicho. Empezó a sentirse bien hace quince días y comenzó a entrenar hace poco. "Tenía la moto en el garaje y no la podía utilizar. He ido a contrarreloj, no ha sido fácil volver a entrenar", aseguró en una rueda de prensa que ha protagonizado hoy en Barcelona.
"Poco a poco me he sentido mucho mejor, pero he pasado meses muy malos. En los últimos días me he vuelto a sentir deportista. Lo peor ha sido que todo esto me haya ocurrido a finales de año. Es que no podía ni hacer vida normal", insistió.
Y admite que en estas condiciones físicas no puede ser ambiciosa. También comenta que el recorrido de la prueba tampoco le beneficia. "Para afrontar un Dakar tienes que estar al 200 por cien. Veremos cómo me encuentro, la motivación me ayudará mucho", añadió.
Laia Sanz ha tenido que hacer mucho trabajo de recuperación en el gimnasio: "Han sido meses de médicos, de sufrir mucho. Hasta diciembre no he empezado a estar bien, las cosas han venido así, esperemos pasar lo mejor posible".
"No sabía qué me pasaba. He dudado sobre si podría competir en el Dakar, No estaba acostumbrada a las lesiones, no tengo la preparación, pero sí la ilusión. El proceso (de recuperación) se ha alargado más de lo pensaba y por eso la motivación es un plus", agregó.
Por todo ello, la motociclista de Corbera considera que "estar en la salida" en Lima ya es un éxito. "Es una incógnita como me encontraré, tengo que ser realista. Me ayuda la experiencia, pero también que hubiera más navegación, más días. Estoy concienciada para sufrir", afirmó.
Admite que la próxima edición es diferente. "Es un rally corto, será una incógnita. No sé si tendremos una navegación difícil y con mucha arena", argumentó Laia Sanz, quien insistió en que lo primero es la salud y si no se sintiera totalmente recuperada no hubiera participado.
"Me estoy recuperando bien, me encuentro mejor, pero para mí sería mejor una carrera más larga, en la que pasen cosas. Soy una piloto de navegación, de carreras más largas", dijo Sanz.
En cuanto al futuro de la carrera, la motociclista después de unos cuantos 'dakar' en Sudamérica y en un solo país, no le extrañaría que en un futuro se pueda ver esta prueba en otros escenarios y con más duración: "El de este año será un poco extraño en este sentido".
Sin embargo, Laia Sanz augura que será una carrera espectacular para los aficionados. "Será una carrera al sprint, un año distraído para el público, porque hay muchos pilotos con opciones", aseguró.