El piloto español Isidre Esteve concluyó hoy su cuarto Dakar en coches, el tercero consecutivo, con susto incluido, ya que su coche adaptado para que lo controle únicamente con las manos se detuvo a quince kilómetros de la meta del rally, problema que pudo solventar su copiloto Txema Villalobos.
Esteve repitió la vigésima primera posición en la clasificación general de coches que ya tuvo el año pasado, donde también estuvo al volante del BMW BX6 preparado por el equipo francés Sodicars Racing, desde cuyo timón puede controlar el acelerador y el freno al mismo tiempo.
"Para nosotros tiene un enorme valor este resultado, mucho mayor al del 2018, porque esta edición ha sido extremadamente dura y con muchas más dunas, donde es más fácil cometer errores y dejarse tiempo, como nos ha pasado a nosotros algún día", comentó Esteve.
"Los de cabeza también han corrido mucho más que otros años y sabemos lo mucho que nos ha costado mantenernos ahí", agregó el piloto, que se pasó a los coches después de que un accidente lo dejase en una silla de ruedas en 2007, tras haber corrido antes el rally nueve veces en moto.
El catalán expresó su felicidad por haber superado "una edición tan extremadamente difícil" y recordó que es el tercer año que logra llegar a la meta del Dakar con un coche.
Sin embargo, detalló que las sensaciones son cada vez diferentes porque aprecia avances y "sobre todo, muy buen ritmo" en cada una de las etapas.
El Dakar 2019 fue la primera edición que se celebró en un único país, con diez etapas sobre el desierto peruano del 7 al 17 de enero, y un recorrido de más de 5.000 kilómetros, de los que cerca de 3.000 fueron cronometrados.