No es ningún secreto que Seat está llevando a cabo una agresiva propuesta por los SUV. Al fin y al cabo, el fabricante española sabe que este tipo de modelos son los que reinan en el mercado, por lo que luchar contra ello sería dispararse al pie.
De ahí que, tras el exitoso trabajo logrado con el Arona y el Ateca, llegue ahora el Tarraco, el modelo más grande. Un SUV de siete plazas que cierra el círculo.
Pero ojo, porque Seat tiene cada vez más rivales en este sector. Hyundai, por ejemplo, acaba de sacar un nuevo SUV. Y es brutal. Se trata del Hyundai Tucson N Line, la versión más agresiva de la gama. Una variante que estrena versiones electrificadas.
Así es el nuevo Hyundai Tucson N Line
En cuanto a su exterior, los detalles cromados cambian por materiales de plástico o laca negra. Esto se puede ver en la parrilla delantera, los protectores del paso de rueda y en las carcasas de los retrovisores. Además, calza unas llantas deportivas de 19 pulgadas.
En su interior sigue la misma línea. Lo que era metálico ahora es negro. Destaca la tapicería de cuero sintético y microfibra de tono Alcántara con costuras rojas, que encontramos tanto en los asientos como en el volante y la palanca de cambios.
El Hyundai Tucson N Line estrena versiones híbridas
Bajo el capó, el Hyundai Tucson N Line llega con tres versiones mecánicas: una gasolina y dos diésel. Estas últimas son híbridas.
La variante gasolina lleva un bloque de 1.6 litros TGDI que ofrece 177 caballos de potencia.
En la gama diésel partimos de un motor 1.6 litros que rinde hasta 136 CV. Un escalón por encima tenemos el 2.0 de 185 caballos. Estas dos variantes can asociados a un sistema semihíbrido conectado a una batería de 48 voltios. Según Hyundai, este reduce hasta un 11% el consumo del Tucson N Line.
No obstante, de momento desconocemos más detalles. La empresa coreana no ha dado ni plazos de presentación y venta, así como tampoco ha revelado los precios. Estaremos atentos a cualquier novedad.
¿Comparando coches de segmentos distintos? No le veo sentido. Y si hablamos de calidad de acabados, aún menos.