Si hay un mercado que se está intensificando en los últimos meses ese es el de los compactos. Y es que si ya de por sí solo el Ford Focus y el Renault Megáne dan mucho de qué hablar, los recién llegados Mazda 3 y Toyota Corolla más las futuras llegadas del Seat León y del Volkswagen Golf dan mucho juego.
En especial en cuanto a los motores de gasolina. No es ningún secreto que el diésel está en caída libre. Las restricciones de contaminación lo están condenando y es por eso que cada vez más las marcas exprimen y mejoran sus mecánicas de gasolina.
Hoy analizamos dos modelos con motores de este tipo, comparamos el Megáne con el 1.33 TCE GPF de 140 caballos y el Focus 1.0 EcoBoost de 150 caballos.
La comparativa
Si nos centramos en el potencial y el rendimiento, es el Megáne el que sale ganando con sus 9.2 segundos en llegar de cero a cien por los 9.7 del modelo americano. Eso sí, en frenada es el Focus el que sale ganando. Consigue frenar desde 140 kilómetros por hora en 67.36 metros mientras que el Renault necesita 76.53 metros.
Si nos fijamos en el consumo, la lucha se iguala. En entornos urbanos ambos coinciden con 6.4 litros a los cien. En carretera es el Megáne quien gana la batalla con 5.0 litros por los 5.4 del Focus lo que implica que, al final, es el galo el que gana la guerra con 5.6 por los 5.8 del americano.
Eso sí, a nivel de espacio, el Focus queda en entredicho ya que tiene una capacidad de maletero bastante menor que la del Megáne. El Ford tiene una capacidad de 315 litros mientras que el Renault puede acumular 410.
Con todo ello debemos acudir al precio para determinar el ganador. Teniendo en cuenta que el Megáne parte desde los 20.000 euros y que el Focus hace lo propio desde los 18.500 euros, es el americano el que se lleva la palma