Las marcas low cost apuestan cada vez más por añadir versiones mejoradas en sus catálogos que sitúen sus unidades a la altura de otras firmas con más caché.
Una de ellas es Skoda, filial de Volkswagen, que poco a poco va ganando terreno a las compañías más premium.
El último invento de la empresa de la República Checa fue el Kodiaq RS. Una versión más radical del SUV que monta un motor más que decente. Este Skoda Kodiaq RS monta un motor con doble turbo de cuatro cilindros de 2.0 litros. Un bloque que alcanza hasta 240 caballos de potencia.
Todo ello acompañado de algunos detalles en su diseño que acercan a este Skoda a un modelo mucho más radical y deportivo.
Sin embargo, este modelo presenta tres problemas a tener en cuenta y uno de ellos es preocupante.
Como apuntan muchos, este Skoda Kodiaq RS no llega a ser un modelo puramente deportivo como sí lo es el Skoda Ocativa RS. Es decir, por fuera no deja de ser un SUV se siete plazas con algunos extras.
Un problema que se traslada también al interior. Los acabados no son propios de un modelo deportivo y mucho menos de un modelo que pretende ser superior.
Y ojo al tercer problema, porque este ya no se queda solo en su diseño. La conducción también deja mucho que desear. El coche se balancea en el paso por curva, desprendiendo un efecto barca muy desagradable. En otras palabras, no sería la mejor opción para recorrer carreteras cerradas.
Infumable este artículo... nulos conocimientos de producto, del sector... Hace años que Skoda dejó de ser low cost hace años.