El Volkswagen Tiguan es una de las opciones favoritas entre los consumidores que buscan un SUV de medio tamaño sin alardes, pero sofisticado y fiable, y con un diseño bastante agradable a la vista. Algo con lo que cumple de sobras el modelo alemán. De ahí que sea uno de las unidades más vendidas del catálogo germano.
Sin embargo, este VW tiene duros competidores en el mercado. Uno de ellos es el Ford Kuga, por el que cada vez optan más los que dudan entre uno u otro SUV. Y el secreto te lo contamos a continuación.
Parecidos razonables
No estamos hablando de dos modelos muy diferentes en cuanto a equipamiento. Ambos llevan lo último en la tecnología y conectividad.
Además, el Kuga no es más espacioso que el Tiguan. En su maletero, el segundo ofrece hasta 520 litros, por los 456 l. del Ford.
No obstante, en las variantes mecánicas ya empezamos a encontrar ciertas diferencias importantes a favor del Kuga, que ofrece más opciones. Del modelo americano tenemos variantes gasolina que van desde los 120 a los 150 caballos de potencia. También contamos con una versión diésel microhíbrida de 190 CV y una híbrida que alcanza 225 CV en total.
Del Volkswagen Tiguan contamos con versiones gasolina y diésel entre los 115 hasta los 240 CV. Sin embargo, no existen versiones electrificadas o con combustibles alternativos.
El precio destroza al Volkswagen Tiguan
Pero donde flojea el VW, sin duda, es en su precio. El Tiguan tiene un precio de partida de 27.000 euros y sus versiones más equipadas alcanzan los 50.000 euros.
Por su parte, el Kuga empieza en los 22.000 euros, mientras que las gamas más altas se quedan en los 41.000 €. Cabe decir, no obstante, que la nueva generación del Ford Kuga llegará entre finales de este año y principios de 2020, lo que influye en que sus precios sean ligeramente más bajos. Aún así, siempre serán más económicos.