El Volkswagen T-Cross está llamado a se runo de los modelos de más éxito en los meses próximos.
Estamos hablando de un SUV con un carácter muy urbano, de tamaño compacto y donde el diseño novedoso y el carácter divertido de su conducción son sus principales bazas. Sus rivales destacados son el Seat Arona o el Renault Captur.
El T-Cross tiene como base la plataforma MQB A0, u por lo que respecta a su mecánica, la gama del Volkswagen T-Cross se compone de tres opciones: dos gasolina y dos diésel. Las dos primeras montan un motor de 1.0 litros, que otorgan 95 o 115 caballos de potencia. La diésel llega se mueve con un propulsor de 1.6 litros TDI de 95 caballos de potencia. Todos ellos, por el momento, solo pueden ir asociados a un sistema de tracción delantera.
Más adelante, a finales de año, llegará otra versión gasolina. En este caso llevará un bloque de 1.5 l, que dotará al propulsor de 150 CV.
El Volkswagen T-Cross se ofrece con tres niveles de equipamiento: Edition, Advance y Sport, al margen de la edición limitada T-Cross First Edition que lanza VW con motivo de su lanzamiento, y del que habrán disponibles solo 300 unidades.
Dependiendo de cada opción, encontraremos en su equipamiento elementos como cuatro conectores USB, sistema de carga a distancia o acceso sin llave.
En medidas de seguridad del Volkswagen T-Cross contamos con el sistema de vigilancia Front Assist, el avisador de salida de carril Line Assist, el asistente de luces, el sensor de ángulo muerto y un novedoso sistema de detección de peatones. También con la protección proactiva para los ocupantes del vehículo en caso de accidente.
Pero no todo es tan bonito como lo pintan. Hay tres detalles que debes tener en cuenta si estás pensando en comprarte uno que podrían hacerte cambiar de opinión.
Cuáles son los problemas. Esto es publicidad por la cara