En BMW tienen una amplia familia de SUV. Sin embargo, uno de los más atractivos para muchos de los que buscan un vehículo de este estilo es el X4. ¿El motivo? Este SUV tiene una aire deportivo que otros como el X3 o el X6 no tienen.
Su caída de techo en la parte trasera le da un aire de Coupé que le hace ganar en deportividad e impacto visual a primera vista. Ahora el X4 estrena segunda generación.
Una generación en la que se ha trabajado en un nuevo diseño y que, teniendo en cuentan que es más largo y más ancho que la generación anterior, acaba siendo un modelo más robusto.
La sorpresa del BMW X4
Eso sí, este SUV alemán, por mucho que puede parecer un modelo apetecible (que lo es) tiene una serie de sorpresas negativas que debes saber antes de comprarlo. La primera de todas es la de la falta de espacio en las plazas traseras.
Obviamente dos adultos van muy cómodos en la segunda fila, pero en el momento en el que aparece un tercero la comodidad brilla por su ausencia. Por otro lado, su consumo es de esos que echan para atrás.
Un consumo que queda fijado de media en casi 10 litros a los cien kilómetros. Además, en el momento en el que decidimos pisar el acelerador para divertirnos un pocos, se dispara aún hasta llegar incluso a los 15 litros cada cien.
Pero ojo porque además no solo en el consumo donde el coste para elevado. También en su precio. Y es que este BMW X4 tiene un sobrecoste de 3.000 euros respecto al BMW X3 con el que comparte motor y buena parte de sus características. Una diferencia de precio que no se ve reflejada en el asfalto y que para muchos no está justificada.