En los últimos años Seat ha dado un gran paso adelante en cuanto a I+D y en cuanto a tecnología en sus modelos. Tanto en el coche una vez está ya diseñado y fabricado como, sobretodo, en la fase de desarrollo.
Y es ahí donde la ,arca española dio un salto de calidad hace unos meses. Y es que Seat se asoció con Barcelona Supercomputing Center (BSC) para llevar a cabo una de las fases más importantes a la hora de diseñar un modelo: el túnel de viento.
Hasta hace muy poco Seat construía modelos de arcilla que entraban en el túnel y arrojaban una serie de datos. Unos modelos que duraban unas tres o cuatro sesiones. Todo eso ahora ha quedado atrás gracias a esta nueva asociación de Seat con BSC.
Y es que a partir de esta asociación este tipo de pruebas se llevarán a cabo de forma virtual. Pese a que el sistema no se ha instaurado del todo, en las fases de primeras pruebas los diferentes ingenieros que trabajan en el proyecto se han centrado en las llantas.
Concretamente en las llantas del Seat León, el modelo que más ventas consigue de Seat y el coche más vendido en nuestro país. Con este nuevo sistema Seat pasará de tener a su disposición unos 2.000 datos, mucho más que los 200 que se recogían con el método tradicional.
“Hace unos años no era tan importante tener una llanta aerodinámica, pero actualmente es uno de los pilares más altos en automoción, porque implica mejor seguridad, confort, consumo y menos emisión de CO2”, apunta la ingeniera se Seat María García Navas.
Eso sí, este paso adelante no es que haya sido precisamente barato. Todo lo contrario. Es más, el fabricante español invirtió ni más ni menos que 1.223 millones de euros en I+D durante el 2018. Una cifra que equivale al 6.5 por ciento de sus ingresos y que demuestra la implicación de Seat en este tipo de tecnología. Veremos cuanto ayuda este tipo de avances a que la marca asociada al Grupo Volkswagen siga dominando nuestro mercado.