El Mazda 3 fue una de las modelos más aclamados del pasado 2018. Tras muchos meses de rumores y de espera, a finales de año la marca japonesa desveló su nuevo compacto y dejó a muchos con la boca abierta, convirtiéndose en una de las mejores sorpresas de los últimos meses.
Asimismo, está siendo también uno de los protagonistas de este 2019. Está disponible en dos variantes de carrocería, compacto y berlina (sportsedán).
En el apartado mecánico, cuenta bloques gasolina y diésel, ambos con tecnología SkyActive. Los primeros montan un 2.0 litros que ofrece potencias entre 122 y 181 CV. Los diésel se mueven con un 1.8 de 116 CV.
Por otro lado, Mazda ofrece tres niveles de acabado: Origin, Evolution y Zenith. Todos ellos incluyen faros LED, sistema multimedia con pantalla a color, sensores de parking, ordenador, Head Up Display, control de ángulo muerto, navegador, Apple CarPlay, lector de señales de tráfico, etc.
Sin embargo, el paso de los meses ha provocado que algunos consumidores poseedores de uno hayan sacado a relucir algún que otro “problema”. En concreto son tres los “peros” destacables que debes conocer si vas a comprarte uno.
Uno de ellos es que estamos ante el Mazda 3 más pesado de las versiones que la firma oriental ha lanzado al mercado. Algo que repercute inevitablemente en el consumo. No refleja la eficiencia que deberían ofrecer los bloques con mecánica SkyActive.
El segundo punto a tener en cuenta es el espacio para los ocupantes de la parte posterior del modelo compacto. El habitáculo para la segunda fila es muy reducido.
El tercer “pero” se centra en el precio. Y ojo, porque Mazda ha rebajado costes considerablemente en los últimos meses. En poco tiempo el modelo de acceso ha pasado de los 27.000 euros a los 23.400 euros. Aun así, sigue siendo un modelo algo caro. Otras marcas ofrecen mucho más por este precio o incluso por un coste inferior.