Ojo porque en los últimos días no son pocos los que están hablando del Dacia Duster. Y no precisamente para bien. Algo que en un principio podría parecer extraño teniendo en cuenta el tremendo éxito que tiene el modelo rumano en nuestra carreteras.
Y es que el Duster se ha convertido en la primera opción de todos aquellos que buscan un SUV low cost. Dacia vio muy bien hace unos años como, con el auge de este tipo de carrocería, era necesario uno de ellos a un precio muy bajo.
Lo diseñó, lo fabricó y, como bien demuestra las cifras, lo ha petado. Eso sí, hay varios peros detrás de este exitazo que ya forma parte de la historia del automovilismo en nuestro país. Y uno de ellos es serio.
Y es que el Duster tiene un problema que en Dacia, obviamente, no te cuentan: sus ayudas a la conducción y sus sistemas de seguridad. La marca rumana sabe que su mejor baza para seguir vendiendo tanto como hasta ahora es mantener su política de precios bajos.
Un precio bajo que consigue gracias a los materiales y al no incorporar a sus vehículos elementos de equipamiento que otras marcas dan por hecho y que acaban incrementando el precio.
El problema es que no es solo eso, sino que Dacia se ha quedado muy atrasada en este sentido a nivel de seguridad. Obviamente cumple con todas las normativas y pasa todo tipo de test, pero no está al nivel de otros SUV exitosos del mercado como el Nissan Qashqai, el Seat Ateca o el Peugeot 3008.
Llega con lo justo en este materia. ¿Cambiará en este sentido en un futuro? Muchos lo consideran incluso una obligación. El problema es que si Dacia empieza a incorporar sistema de ayuda a la conducción, el precio acabará subiendo irremediablemente. Algo que podría jugar en contra del modelo.
Veremos si en la próxima generación, ahora que Dacia ya está asentada en nuestro mercado, se arriesgan o no en ese sentido. Muchos lo están pidiendo a gritos.