BMW hace tiempo que se asociaron con Toyota para poner en marcha un proyecto de investigación sobre la tecnología de la pila de hidrógeno. Una alternativa al combustible convencional y a los modelos electrificados que estrenará el nuevo BMW X7, que llegará en 2023. “Adiós a los eléctricos”, avisan en la firma de Múnich.
Cuando el mercado del motor se encuentra en una época de cambio hacia la movilidad eléctrica, algunas marcas ya han ido un poco más allá. Y una de ellas es BMW. La marca germana, en asociación con Toyota, tiene entre manos un proyecto de desarrollo de la pila de combustible.
Un campo en el que ya están bastante avanzados. Tanto como para anunciar que sus planes pasan por que el nuevo eléctrico BMW X7 funcione con una pila de hidrógeno. La marca no ha querido confirmarlo. Nunca se sabe lo que puede pasar en los próximos años. Pero a día de hoy esta es su hoja de ruta.
Las intenciones pasan por que cuando el X7 sea sometido a un lavado de cara lleguen las nuevas versiones con esta tecnología.
El que BMW de momento solo apueste por este sistema en su SUV más grande responde a que se trata de una tecnología con un precio muy elevado, lo que requiere que se implante en un modelo de altas prestaciones por el que los consumidores estén dispuestos a pagar una cifra elevada. En otras palabras: los precios de este modelo estará al alcance de muy pocos bolsillos.
Sea como sea, BMW se convierte en un nuevo competidor de Audi, que está a punto de lanzar un crossover alimentado por hidrógeno, de la propia Toyota, donde ya trabajan en el nuevo Mirai, y de Mercedes, que se conoce que hace un tiempo que andan trabajando en esta tecnología.