El Nissan Qashqai sigue aguantando las embestidas continuas que se producen en el segmento d ellos SUV medianos. El modelo japonés sigue siendo el más vendido, pero cada vez son más los rivales que intentan arrebatarle el puesto. Y uno de los últimos en llegar ha sido el Ford Kuga.
Dos modelos, el Qashqai y el Kuga, que seguramente estarán en tu lista de opciones si estás buscando un C-SUV. Si es así, estás en el sitio adecuado. Comparamos los elementos más relevantes para dar respuesta a la pregunta de “¿Cuál es mejor?”.
Empecemos por el todocamino nipón. El Qashqai fue sometido a un lavado de cara hace unos meses, lo que le permite competir cómodamente con sus rivales en cuanto a diseño. Se presenta con unas medidas de 4,377 metros de largo y 1,590 m de alto, prestando un maletero de 430 litros de capacidad.
En el apartado mecánico, está disponible en versiones gasolina y diésel. Las primeras giran en torno a un motor 1.3 DIG-T que desarrolla 140 o 160 CV de potencia. Los diésel se configuran con un 1.5 dCi de 115 CV o con un 1.7 dci de 150 CV. No existen versiones electrificadas.
En equipamiento, el Qashqai está disponible en varios acabados: Visia, Acenta, 360, N-Connecta, N-Tec, Q-Line y Tekna+. Los más básicos incluyen llantas de 17", climatizador bizona, distribuidor de carga del maletero, volante forrado en piel, sensor de lluvia y de iluminación, freno de mano eléctrico, equipo de entretenimiento con pantalla táctil o Bluetooth, entre otros.
La horquilla de precios empieza en los 23.300 euros (18.500 € con descuentos) y terminan en los 38.850 euros.
Vamos con el Kuga. El modelo norteamericano estrenó generación a finales de 2019, con lo que cuenta con un diseño muy llamativo y exclusivo. Se percibe más actual que el Qashqai. Cuenta con unas medidas de 4,614 metros de largo y 1,666 m de alto, y con un maletero de 435 litros de capacidad de carga. Es algo más grande que el Nissan.
Su gama mecánica se compone con los gasolina 1.5 Ecoboost de 120 y 150 CV, el híbrido 2.5 PHEV de 225 CV, el diésel 2.0 micro-híbrido con tecnologia de 48v de 150 CV, y el diésel 1.5 EcoBlue, con 190 CV. Una gama más variada que la del Qashqai, que además cuenta con versiones electrificades. Otro punto para el Kuga.
En equipamiento, cuenta con tres niveles de acabado: Titanium, ST-Line y ST-Line X. Y más adelante llegaran dos más: el de acceso Trend y el más lujoso, el Vignale. Todos ellos incluyen climatizador automático, arranque por botón, acceso sin llave, sistema multimedia con pantalla táctil, bluetooth, USB, Apple CarPlay, Android Auto, sensores de parking, llantas de aleación, espejo interior fotosensible, etc. La tecnologia del Kuga es superior. Otro punto para el Ford.
Por último, los precios van desde los 29.000 euros (24.577 € con descuentos) hasta los 41.400 euros del híbrido enchufable, el más prestacional.
Dicho esto, si lo que buscas es el ahorro en la compra y pretendes pagarlo a plazos, está claro: el Qashqai es el tuyo. No obstante, si pretendes pagarlo de golpe, la diferencia de 1.200 euros entre las versiones de acceso de uno y otro hace que valga la pena que inviertas un poco más en el Kuga. Por no hablar de si quieres un modelo PHEV, vale la pena que vayas a por el tope de la gama del Kuga, que solo cuesta 3.000 euros más que el más prestacional de la gama del Nissan.