No es que sea precisamente un secreto que las marcas premium como Jaguar no suelen tener unas cifras de ventas muy altas en nuestro mercado. Al menos no tan altas como las que sí tienen marcas generalistas como Seat, Renault, Peugeot y compañía. Sus altos precios limitan su target, por lo que las cifras totales siempre son mucho menores.
Por otro lado, marcas como Jaguar o Lexus, que puede presumir de ser marcas premium de primer nivel, saben muy bien que en España y en Europa hay tres fabricantes que juegan en su misma liga pero que llevan años muy por delante. No son otras que Mercedes, Audi y BMW, las tres grandes de su segmento.
El problema en el caso de Jaguar es que, si ya de por sí sus cifras en general son muy bajas, hay ciertos modelos que están en la cuerda floja y que han obtenido en el pasado 2021 resultados demasiado pobres.
El mejor ejemplo de ello son las 31 matriculaciones que ha conseguido el Jaguar XF, una cifra que ha provocado una bajada del 56,9 por ciento respecto a la cifra que consiguió el mismo modelo en 2020. Teniendo en cuenta que 2020 fue un año marcada por la pandemia y que la bajada en ventas fue generalizada, este XF está contra las cuerdas.
Entre otras cosas porque se trata de una berlina que, por mucho que esté disponible en dos versiones, la sedán y la familiar, es un tipo de carrocería que ha caído en desgracia en España y en Europa.
Jaguar sigue apostando por ella, con un precio de partida, como vemos en el configurador de la marca, de más de 58.000 euros. Un precio que evidentemente no le ayuda en este sentido. Son muchos, de hecho, los que apuntan que no sería de extrañar que la marca tomara una decisión drástica al respecto en este 2022.