Los fabricantes de coches como Renault saben muy bien que ciertas noticias nunca son buenas para su causa. Eso sí, seguramente, una de las peores que pueden recibir en las marcas es que uno de sus modelos tiene la fama de ser un modelo poco seguro.
Y eso es lo que le ha pasado a los franceses con precisamente uno de sus modelos más vendidos en Europa. No es otro que el Zoe, un pequeño eléctrico que llegó al mercado en 2013 y que acumula desde entonces buenas cifras de ventas en el viejo continente.
El problema en su caso, y que ya ha provocado que en Renault estén trabajando para solucionarlo, es que en las últimas pruebas realizadas por la agencia Euro NCAP, este pequeño eléctrico ha obtenido el peor resultado: 0 estrellas.
Un Zoe que, ojo, en 2013, el año en el que salió al mercado, sí que obtuvo las 5 estrellas en las pruebas Euro NCAP. Sin embargo, estas pruebas cambiaron recientemente, volviéndose mucho más exigente en materia de asistentes de seguridad y asistentes a la conducción.
Y ahí es donde el Zoe, un modelo ‘veterano’, ha sufrido. Y de qué manera. Sus resultados actuales (Ocupante adulto: 43%, Ocupante infantil: 52%, Usuarios vulnerables de la carretera: 41%, Safety Assist: 14%) no tienen nada que ver con los que obtuvo en 2013 (Ocupante adulto: 89%, Ocupante infantil: 80%, Usuarios vulnerables de la carretera: 66% y Safety Assist: 85%).
En Renault, conscientes de la mala fama que esto puede provocar, ya ha apuntado que van a incorporar de serie varios asistentes de seguridad en su Zoe de serie para que su puntuación aumente en unas pruebas que, desde luego, han sido una de las peores bofetadas para la marca.