Como ya te hemos contado, hay marcas de automoción que comparten sinergias con tal de reducir costes de producción y aumentar su margen de beneficios. Firmas que llegan a acuerdos mediante los cuales unas se aprovechan de las tecnologías de la otra.
No nos referimos a que las firmas dentro de un conglomerado usan los mismos motores para algunos de sus modelos, como ocurre con el Skoda Kamiq y el Seat Arona, por ejemplo. Hablamos de acuerdos como el que tiene Suzuki con Toyota, del que han salido proyectos como el Suzuki Across, un modelo basado en el RAV4 y que prácticamente solo cambia en el logo.
O como el que tenían Renault y Mercedes, mediante el cual la firma de la estrella se aprovechaba de bloques mecánicos de la firma francesa. O como el que tiene Audi con Porsche para que la deportiva use algunos de los motores de la marca de los cuatro aros.
Una alianza por la cual hay dos Porsche top ventas que se aprovechan de bloques creados por Audi. Estos son el Cayenne y el Panamera.
El Cayenne, por su parte, aprovecha el motor 4.0 V8 biturbo, un motor que montan nada menos que cuatro versiones del Cayenne. La primera y menos potente es la GTS, en el que consigue 460 CV de potencia. Por encima de este, lo encontramos en la versión Turbo, en el que arroja 550 CV. También se monta en el Turbo S E-Hybrid, una versión híbrida enchufable en el que desarrolla 680 CV. Y como tope de la gama lo encontramos en el Cayenne Turbo GT, en el que logra 640 CV. En este último alcanza una velocidad máxima de 300 km/h.
Mientras tanto, el Panamera usa este V8 biturbo de 4.0 litros en tres versiones. En el GTS, para conseguir 480 CV de potencia; en el Panamera Turbo S de 630 CV; y en el Turbo S E-Hybrid, un PHEV que desarrolla 699 CV.