El revolucionario Toyota que tan sólo emite vapor de agua

Toyota fue en su día pionera en el segmento de los coches híbridos con su célebre Prius y ahora, con la revolución energética en marcha, tampoco quiere quedarse atrás en lo que a otros sistemas de propulsión verde se refiere. Por eso, sorprende esta primavera con el Toyota Mirai, un coche que sólo emite vapor de agua porque funciona con motor de hidrógeno.

Con descuentos, su precio queda en 69.000 euros. Sólo hay otro vehículo en el mercado que pueda compararse: el Hyundai Nexo. Y su hándicap principal es el mismo: las pocas hidrogeneras que existen en España.

Una berlina basada en el Lexus LS

El aspecto exterior del Toyota Mirai es singular: está construido sobre la plataforma GA-L y se inspira en el Lexus LS. Con tracción trasera, tiene una longitud de casi cinco metros y cuenta con cuatro puertas, pero su habitabilidad no es óptima. Las plazas traseras son pequeñas y el maletero se queda en 321 litros. La culpa la tienen los tres depósitos de hidrógeno que equipa y de la batería de ion-litio, que están tras las plazas traseras.

Delante, la habitabilidad mejora, pero el asiento del pasajero no se puede regular y queda demasiado elevado respecto al techo panorámico, pero no practicable. Se agradecen, eso sí, las pantallas de 8’’ y 12,3’’ que incorpora y que no falte ninguno de los elementos de info entretenimiento necesarios en un coche moderno.

Las formas exteriores son planas, nada musculosas, y el frontal destaca por su aspecto rompedor y estilizado. El logotipo de Toyota se sitúa sobre el fondo azul que identifica a los vehículos electrificados de la marca nipona y los faros son Bi-LED. El aspecto general no tiene nada que ver con el de los clásicos SUV.

Sensaciones similares a las de un eléctrico

Más allá de la singularidad de su sistema de propulsión principal, el Toyota Mirai ofrece sensaciones similares a las de un vehículo 100% enchufable. El motor es transversal y se alimenta de la energía generada mediante electrólisis inversa por una pila de combustible situada bajo el capó.

El sistema se complementa con la batería de ion-litio y el resultado es que el coche sólo emite aire y vapor de agua. La autonomía llega hasta los 650 km, pero el problema es el mismo del Hyundai Nexo: en España, de momento, casi no tenemos hidrogeneras.