En el CES 2022 celebrado en Las Vegas, BMW presentó una de sus últimas novedades más sorprendentes. Y de hecho, ya te hablamos de ella en ElDesmarque. Nos referimos a la tecnología que la firma alemana había integrado en el iX y que permitía cambiar el color del coche a demanda del consumidor. Sin duda, una buena forma de personalizar el coche en cada momento sin tener que ir al concesionario a cambiar la carrocería.
Pues bien, ahora BMW ha ido un poco más allá, ideando un sistema que permite cambiar el color del coche usando el pensamiento. Una tecnología que está basada en la neurotecnología.
Esta idea es fruto de la colaboración entre BMW y Brainboost, una start-up alemana. Como decíamos, para llevar a cabo el proyecto, se basaron en la neurotecnología. Y la idea consistía en conectar el coche al cerebro de las personas y aprovechar la actividad cerebral para cambiar el color del coche.
Para llevar a cabo la prueba, los científicos buscaron relajar a los participantes y conseguir un cambio del color de la carrocería en función del estado de ánimo. “Los patrones reaccionan a la actividad cerebral, pero una vez que el cerebro está en reposo, cambian menos y todo se vuelve más zen”, apunta el director general de Brainboost, Philipp Heiler.
Parece ciencia ficción, pero el sistema no es tan complicado como parece. Para conseguir ese efecto en la carrocería, se usa una película elaborada con partículas cromáticas que son activadas por los estímulos generados por un electroencefalógrafo. De esta forma, la tonalidad del coche cambia en función del estado de ánimo de la persona a la que está conectado.
El objetivo de todo ello, como apunta Heiler, es conseguir una experiencia de conducción más personalizada. Y aunque esta tecnología no es barata y todavía hace falta un largo proceso para implementarlo en los vehículos, no sería extraño que en pocos años el cambio de color en la carrocería pueda ser un elemento más del equipamiento.