Tener un buen mantenimiento de los frenos en cualquier vehículo es imprescindible para evitar daños físicos y materiales. Es primordial antes que cualquier otro aspecto del vehículo. Y controlar que están en buen estado es algo que deberíamos hacer más a menudo.
En este sentido, hay quien nota comportamientos extraños en los frenos, pero como el coche acaba frenando se despreocupan. Y no debería ser así en absoluto. Porque a veces un metro de frenada es la diferencia entre un final feliz o una fatalidad.
Según la asociación AECA-ITV, hay tres fallos frecuentes en los frenos por los que los coches no pasan la ITV. Detalles que deben controlarse y que son las causas más frecuentes de, no solo no superar la inspección técnica, sino de accidentes.
Tres problemas en los frenos que suelen ser frecuentes cuando no se pasa una ITV
Uno de los fallos frecuente es llevar el líquido de frenos a bajo nivel. Esto suele deberse (e indicar) al desgaste de las pastillas de freno. Y es que cuando las pastillas están gastadas las pinzas se cierran más para lograr frenar el vehículo.
Otro de los fallos frecuentes está en los discos de freno. Estos suelen rayarse, romperse o cristalizarse.
El tercer fallos frecuente se encuentra cuando un freno está demasiado duro o demasiado suave. Esto puede ser debido a defectos en las pinzas, en los discos o en el líquido.
“Es importante comprobar que el sistema de frenado está en perfectas condiciones. Esto supone revisar periódicamente, como mínimo, el estado de las pastillas y discos y el nivel del líquido de frenos, una acción que se realiza en la ITV”, señala Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV, en unas declaraciones recogidas por Autobild.