Esta es la solución para tener un eléctrico con una autonomía de 1.000 kilómetros

La electrificación se impone poco a poco en el sector del motor. Apenas quedan marcas que no tengan algún modelo electrificado en sus gamas y son varias las que ya han puesto fecha de caducidad a los motores térmicos. El futuro de la movilidad gira en torno a la sostenibilidad.

No obstante, todavía existen muchos conductores reticentes a dar el salto dados algunos inconvenientes que conllevan tener un coche eléctrico 100%. Uno de ellos tiene que ver con la autonomía. La mayoría de coches eléctricos ofrece autonomías contenidas que no superan ni de lejos las que proporcionan los modelos de combustión interna. Y eso es un problema en países en los que la red de puntos de carga está en pañales como ocurre en España.

SVOLT tiene una nueva batería que mejora las actuales en autonomía y seguridad

No obstante, ante la inoperancia de algunas administraciones como la española en este campo y su incompetencia, los fabricantes han decidido coger el toro por los cuernos y aumentar los esfuerzos en la creación de baterías que no dependan tanto de las nefastas redes de puntos de carga. Baterías que ofrezcan altas capacidades y permitan no estar parando cada dos por tres en estaciones en las que a veces ni siquiera funcionan los cargadores, tal y como ocurre en nuestro país.

Una de las marcas que acaba de presentar una nueva batería es SVOLT. Se llama Dragon Armor y consisten en baterías de iones de litio que aumentan notablemente las prestaciones de las anteriores. Así lo ha asegurado el presidente y CEO del fabricante durante su presencia en el Battery Day celebrado este 15 de diciembre en Changzhou, ciudad donde la marca tiene su sede.

Alta compatibilidad y eficiencia

La nueva batería Dragon Armor de SVOLT, según el fabricante, tiene una eficiencia de paquete volumétrico del 76 %. Y permite carga rápida 4C.

Por otro lado, esta nueva batería permite tres químicas distintas. A saber: LFP (cátodo de litio-ferrofosfato) con una autonomía de 800 kilómetros; H-LMFP (cátodo de ferrofosfato, litio y manganeso) con una autonomía de 900 kilómetros; y la NCM (cátodo de níquel, cobalto y manganeso) con una autonomía de 1.000 kilómetros.

El fabricante tiene intenciones de que esta nueva batería pueda montarse ya en nuevos modelos a partir de 2023, así como que su producción en masa se pueda llevar a cabo en 2024. Y garantiza ser más segura que las baterías actuales.

Esto es gracias a que cuenta con una válvula de explosión de la celda en la parte inferior que evita la propagación a otras celdas. A ello se suma un mejorado sistema de enfriamiento de doble cara. Esto permite un mejora del 70% en la transferencia del calor. Mientras que otra de las ventajas a destacar es que es un 20% más ligera, lo que reduce el peso del coche y aumenta su eficiencia.