SsangYong va a dejar de ser lo que conocemos: la firma coreana tiene previsto cambiar su nombre y su logotipo. A partir de ahora se llamará KG Mobility. Las dos letras son las mismas que dan nombre al grupo que la rescató de la quiebra en 2022.
Aunque los vehículos de SsangYong, marca que nació en 1974, conservan una razonable reputación en todo el mundo, los propietarios de KG Group consideran que el nombre se asocia a una “imagen dolorosa”. Se refieren, en concreto, a los graves problemas que estuvieron a punto de acabar con la marca hace un año. Superarlos sólo ha sido posible con el dinero de KG Group, un conglomerado industrial con intereses en sectores tan dispares como la química, la siderurgia o los medios de comunicación que, ahora, quiere hacer de la antigua SsangYong su división de movilidad. La estabilidad financiera está garantizada de la mano de Kwak Jea-sun, presidente del grupo, pero el futuro está claro también: la electrificación. Y en ese ámbito es donde, precisamente, los gestores del KG Group consideran que tiene más sentido arrancar con un nombre nuevo.
Más que un nuevo capítulo de un libro que ronda casi el medio siglo, lo que empieza ahora parece una nueva historia que incluye hasta un nuevo logotipo. Los modelos que hoy fabrica la marca coreana mantendrán sus nombres, pero seañadirán las letras KG delante y borrarán la palabra SsangYong. Después, llegarán nuevos vehículos completamente eléctricos y desaparecerá también para siempre la palabra Motor. “Hubiese batado con eso, pero hemos decidido cambiarlo todo”, explica el nuevo propietario.
SsangYong ha vivido siempre a la sombra de los grandes fabricantes surcoreanos como Hyundai o Kia y, ahora, KG quiere que encuentre un espacio propio. No se limitarán para ello a los coches y tienen previsto ofrecer todo tipo de soluciones de movilidad. En eso, harán lago muy habitual en Corea de Sur: aprovechar sinergias y conexiones para fabricar diferentes productos bajo un mismo paraguas. En algo, sin duda aciertan los gestores del grupo KG: pese a su tamaño, en Europa no los conocíamos. Ahora, poniendo su nombre a los antiguos coches SsangYong consiguen una notoriedad con la que ni soñaban. Veremos en qué queda todo.
Creo que no es lo correcto cambiar el nombre y el logotipo de la marca, como si nunca hubiese existido. Pienso que de alguna manera Ssanyong habría salido a flote, sobre todo viendo los nuevos modelos que han mejorado en diseño y calidad. Me parece mal que esta compañía KG si quiere una historia propia debería hacerla ellos mismos, co comprando una compañía y luego borrarla de la historia automotriz.