BMW es una de las marcas premium con más historia dentro del mercado internacional. Un fabricante que, si bien es cierto que ha vivido durante muchos años a la sombra de Mercedes en cuanto a cifras de ventas y estatus, puede presumir de ser un fabricante que cuenta con una imagen más deportiva entre los que buscan un modelo de un precio ya considerable.
La configuración de sus modelos suele ir asociada a una mejor dinámica de conducción respecto a sus rivales directos tanto en Mercedes como en Audi, y eso es algo que en BMW estará aprovechando muy bien.
Eso sí, más allá de la configuración de conducción, los de Munich pueden presumir de tener uno de los rasgos característicos del mercado que hacen rápidamente identificables a todos y cada uno de sus modelos: la parrilla de ‘doble riñón’.
Tan solo hace falta ver algunos de los últimos modelos que ha lanzado al mercado la marca alemana para darse cuenta de la importancia que le dan dentro del departamento de diseño a este elemento tan característico.
En este sentido, por mucho que hayan sido varias las voces que hayan asegurado que este tipo de parrilla no es que sea precisamente bonita, BMW no tiene otra cosa en mente que seguir apostando por ella, incluso llevar este diseño un paso más hacia delante.
Y es que el fabricante de Múnich ha patentado un nuevo diseño en el que, a diferencia de lo que ocurre actualmente y siguiendo la estela de lo visto en uno de sus modelos más recientes, el BMW XM, la marca trabaja ya en una futura parrilla de mayores dimensiones con sus grupos ópticos ya integrados.
Evidentemente, especialmente entre aquellos que están en contra de este tipo de frontales, no son pocas las voces que están asegurando que este empeño de la marca alemana para esta parrilla puedes acabar siendo perjudicado en el futuro.