Se supone que contaminan menos que los vehículos de combustión, pero un reciente estudio dice justo lo contrario: los coches híbridos enchufables (PHEV) emiten hasta tres veces más CO2 del que indican sus fabricantes.
Detrás del estudio en cuestión está la Fundación Transport and Environment (T&E), una entidad privada europea con sede en Bruselas y de la que, en España, forman parte entidades como Ecologistas en Acción o la Fundación Ecología y Desarrollo. Su objetivo, explican, es “promover el transporte sostenible en España y en Europa con el objetivo de que esté totalmente descarbonizado en 2050, sea asequible para todos y no produzca impactos en la salud”.
Las conclusiones derivan de unas pruebas realizadas por técnicos de la Universidad de Graz a un BMW Serie 3, un Peugeot 308 y un Renault Megane equipados con motor PHEV. Todos ellos, explica la Fundación promotora del estudio, “emitieron más dióxido de carbono del anunciado cuando se probaron en carretera”. El BMW, explican desde la entidad “contaminó hasta el triple de su clasificación oficial en un trayecto interurbano típico” y el 308 y el Megane, aunque obtuvieron “mejores resultados”, contaminaron “entre un 20 y un 70% más de lo afirmado” en un trayecto de 55 km.
Además de contaminar más, dos de los vehículos mostraron menos autonomía eléctrica de la que se anuncia. Así, el Peugeot sólo ofreció un 53% y el BMW alcanzó un 74%. El Renault si que cumplía lo que se indicaba.
Desde la entidad responsable del estudio indican que los vehículos PHEV, “aunque se venden como una solución para reducir las emisiones” no son tal cosa porque “las pruebas en condiciones reales demuestran que no es realmente así”. Para ellos, “estamos ante otra prueba más que afecta directamente a las políticas de descarbonización en ciudad”. Por ello, aconsejan a la DGT que no trate igual a los vehículos PHEV que a los eléctricos y que se les apliquen impuestos “en función de su contaminación real”. Los PHEV, concluyen, no deben subvencionarse.