El Volvo XC60 encara la recta final de su vida comercial seis años después del lanzamiento de la versión que está ahora en los concesionarios. Mientras la marca ultima la nueva generación, que será sólo eléctrica, lanza, casi a modo de adiós anticipado, una edición especial: la Volvo XC60 Black Edition.
El Volvo XC60 es un emblema para la marca sueca, pero vende menos de lo que la firma desea.. La competencia de sus equivalentes alemanes es feroz y, para revitalizarlo, lanzan una edición especial que tiene, incluso, cierto sabor de despedid para un coche que se presentó en el Salón de Ginebra en el ya lejano 2017. Un color, el negro onyx, es el protagonista de este lanzamiento.
En el Volvo XC60 Black Edition no hay espacio para concesiones: ni los paragolpes ni el radiador contrastan con el engro brillante y metalizado que tiñe la carrocería y hasta el emblema de la marca. Las llantas, de 21 pulgadas, son igualmente negras y sólolos pilotos traseros, rojos obligatoriamente, aportan un tono distinto. Ni siquiera las molduras de los tubos de escape se desmarcan en un coche que hubiese encantado a Johnny Cash. La tapicería interior, el salpicadero y los paneles de las puertas son del mismo color y únicamente un listón de aluminio anodizado aporta una nota distinta.
El equipamiento es muy completo e incluye, por ejemplo, techo panorámico y sistema de sonido Harman Kardon además de Faros LED, asientos con ajuste eléctrico y función de memoria. En motorización, hay tres alternativas. Se arranca con un MHEV de 250 CV con tracción total que, en versión Plus sale por 61.700 euros y en versión Ultimate por 69.250 euros. Igualmente,se ofrecen dos versiones PHEV: un T6 y un T8. El T6, en versión Plus, cuesta 69.900 euros y en versión Ultimate, 75.600 y el T8 sale en acabado Plus por 72.900 y en acabado Ultimate, por 76.800.
Que vergüenza una empresa del prestigio de Volvo, sacando vehículos que la inmensa mayoría del trabajador medio, no puede permitirse y cada vez menos ya que los precios son cada vez más prohitivos